Fundación asesora a empresas en el país para que empleados puedan llevar su perro al trabajo

Llevar el perro al trabajo puede sonar descabellado para cualquiera. Mucho más si sus compañeros también lo hacen al mismo tiempo. Quizá se imagine a los canes ladrando o tomando entre sus dientes objetos de la oficina como la engrapadora, para jugar con ella y de paso, llenarla de babas.

Pero no necesariamente es así, explicó el etólogo e instructor canino de la fundación Fogaus, Leonardo Alvarado.

"La presencia de su mascota en el trabajo puede traerle más productividad a los empleados, y el perro no necesariamente tiene que estar adiestrado", explicó.

Alvarado narró cómo se llevó a cabo exitosamente en tres oficinas.

Cuatro pasos:

Para incorporar a los amigos de cuatro patas en el trabajo, se debe llevar realizar cuatro pasos:

"Lo primero que se hace es un análisis de las condiciones de la empresa, se debe tener permiso de los jefes para llevarlo a cabo", mencionó.

Segundo: no todos los perros tienen las condiciones para viajar con sus dueños al trabajo. Se evalúan a los perros que se quieren introducir en el ambiente laboral.

Tercero. "Si un perro es agresivo, es imposible, se desecha la opción. En cambio, si es hiperactivo, primero se trabaja esa parte", agregó.

De lo contrario, ese escenario que la gente se imagina, del perro que ladra, agarra cosas y se las lleva, podría volverse realidad y más bien convertirse en un problema para el empleado y reducir su productividad.

Finalmente, una vez que se trabajó con los perros hiperactivos por aparte, se introducen lentamente a la oficina, primero se llevan solos para que se acostumbren al ambiente. Luego de una a un par de días, puede compartir con otros perros, detalló.

Durante todo el proceso, también se realiza una formación sobre bienestar animal con especialistas de la fundación para educar a los empleados.

"En las tres oficinas que intervenimos, dos o tres personas quieren llevar su perro", comentó.

Fogaus, que existe en el país desde hace 10 años, trabaja en el cuarto proyecto de este tipo, el más retador de todos, porque se trata de una oficina de 40 personas, donde se planea introducir a 22 mascotas.

El experto agregó que, en el peor de los casos, se debe trabajar los perros hiperactivos durante dos semanas para que estén aptos para el ambiente laboral. Aunque no detalló el precio para este programa (porque depende de muchos factores, como la ubicación, el tamaño y el tiempo), sí aclaró que el adiestramiento de un perro puede costar entre $400 y $500.

Además del programa de Implementación Continua de Perros en Oficinas, Fogaus también ofrece programas de terapia con perros para la reducción de estrés laboral y charlas sobre educación y bienestar animal, comentó.