Hidroponía transforma en empresarias a ocho amas de casa de Abangares

Ocho amas de casa de Abangares, deseosas de cambiar su rutina y en la búsqueda de aportar ingresos económicos a sus hogares, encontraron en la hidroponía una salida a sus inquietudes y un cambio de vida.

Aunque ninguna de ellas tenía ni la más remota idea de cómo desarrollar un proyecto de ese tipo, las impulsó la determinación de aprender, relata una de las productoras, Vanessa Garay.

Tras capacitaciones, dinero y esfuerzo invertidos "Hortalizas Ebenezer" cumple ya tres años como una pequeña empresa consolidada en la comunidad de Peñas Blancas de Abangares.

En las canoas de los invernaderos crecen desde lechugas y culantro hasta cebollino y pak-choi, productos impensables de otra manera por las condiciones climáticas de Guanacaste.

Las ocho mujeres trabajan en toda la cadena de producción y con pala en mano levantaron las casas de malla que albergan las hortalizas.

Garay detalló que ellas mismas son las que siembran, cultivan y venden en el cantón sus productos. Aunque carecen de un carro para la distribución no es impedimento para llevar las cajas en los buses para llegar a comercios y casas.

Ebenezer surgió con una casa de malla de 600 metros cuadrados y el mes anterior creció con un invernadero de más de 1.200 metros cuadrados construidos con el apoyo de la empresa CEMEX y del Instituto de Innovación y Transferencia de Tecnología Agropecuaria (INTA).En este nuevo recinto germinarán próximamente las semillas de chile dulce, pepino, berenjena y albahaca para ampliar la oferta de la pequeña empresa.

Garay detalló que han tenido una buena acogida de la comunidad, la cual no estaba acostumbrada a algunos de los productos debido a que antes de la existencia de Ebenezer no se vendían en la zona.

Las ocho productoras son ahora el sustento de su hogar y expertas en la técnica de hidroponía, conocimiento que ahora transmiten a otras mujeres que se quieran sumar al proyecto.