Licopeno es diseño irreverente que promueve respeto y comunidad

En abril de 2009 Catalina Naranjo se hastió de los horarios de oficina y renunció a su trabajo.

Allí empezó Licopeno, una marca-diseño inspirada en las propiedades positivas de un pigmento vegetal que crea textiles por encargo pero abocada casi a crear papelería con mensajes de respeto, inclusión y diversidad.

Primero como un pasatiempo, luego como complemento a trabajos de diseño por encargo (freelance) y desde el año pasado como un proyecto de tiempo completo. Su personalidad siempre rechazó el estándar reglamentario de la relación jefe-empleado.

"En la escuela nunca entendí porque tenía que pedir permiso para ir al baño", explicó la diseñadora de 31 años.

A Catalina Licopeno le enseñó que el sentido de la comunidad, la innovación y la apertura a las críticas son las claves para el éxito de un emprendimiento.