México protege a peces cuyas vejigas son vendidas ilegalmente por hasta $10 mil en China

Las vejigas natatorias son un un órgano de flotación que poseen muchos peces óseos

AFP

05/05/16 | 10:28am

La luna iluminaba las aguas del Golfo de California cuando se detuvo el bote de la Marina de México. En la penumbra, los navales acechaban con sus binoculares a cazadores furtivos que buscan especies marinas para traficarlas hasta horizontes tan lejanos como Asia.

La marina de guerra opera en las costas de San Felipe, un pueblo pesquero del noroeste de México, buscando trampas prohibidas para atrapar totoabas, un pez gravemente amenazado de extinción cuyas vejigas natatorias son disecadas y vendidas por decenas de miles de dólares en el mercado negro de China, pese a un veto internacional.

El gobierno de México reforzó los patrullajes en el Golfo de California desde hace un año porque, además de este tráfico de totoaba, las trampas también han causado la casi extinción de su vaquita marina, la marsopa más pequeña del mundo.

Las autoridades hallaron más de 500 redes. Cuando el área protegida era mucho más pequeña, se conseguían entre 350 y 500 anualmente.

Los marinos dicen que las redes miden entre tres y diez veces el tamaño de un campo de fútbol y que no sólo atrapan totoabas, sino también delfines, tortugas y leones marinos. Se arrestaron a casi a 80 personas por caza furtiva y se han incautado más de 100 botes y cientos de vejigas natatorias.

La alarma cundió en 2014, cuando un estudio encontró menos de 100 vaquitas en la zona, frente a las 200 de 2012, anticipando la desaparición de la especie para 2018.

La alarma cundió en 2014, cuando un estudio encontró menos de 100 vaquitas en la zona, frente a las 200 de 2012, anticipando la desaparición de la especie para 2018. Pero no se avistó una sola vaquita marina.

El cetáceo de 1,5 metros, que se caracteriza por tener un anillo oscuro alrededor de los ojos y una boca que pareciera sonreír, tiende a evadir el contacto con los humanos.

China recién empezó a reconocer el problema del tráfico de totoaba en enero, y ahora colabora con autoridades de México y Estados Unidos para intercambiar información.

En Hong Kong, un reportero de la AFP encontró un comercio que ofrece vejigas natatorias o buche de totoaba a lo largo de las agitadas calles dedicadas a la venta de mariscos disecados. Sin embargo, los productos estaban escondidos.

La tendera mostró una foto de buche cuyo precio ascendía a decenas de miles de dólares, y pidió un adelanto antes de dar el producto."Lo tenemos en nuestras reservas, pero nos tomará unos días traerlo aquí", dijo.

Algunos comerciantes dicen que la mano dura de las autoridades chinas los están disuadiendo de vender los codiciados productos, mientras que otros aseguran que aunque no los exhiben en vitrina, sí los tienen en sus reservas.

"La gente ha recibido multas. Yo no tomaré riesgos, así que no lo vendo", dijo uno de los comerciantes.

Preparado en sopa, se cree que el buche cura una serie de padecimientos gracias a su alto contenido en colágeno: desde artritis, malestares del embarazo hasta afecciones cutáneas.

Cada vejiga se vende entre $1.500 y $1.800 en México, un precio que asciende hasta los $5.000 dólares en Estados Unidos y entre $10.000 y $20.000 en Asia, según autoridades estadounidenses.

Los pescadores venden las vejigas natatorias a los traficantes, quienes las almacenan en poblados fronterizos antes de transportarlas a Estados Unidos o enviarlas a través de servicios de paquetería o en maletas a Asia, explica González.

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