Sexo, amor y muerte

Los tópicos mundanos, incluso cuando abordan la fe, dominan la obsesión artística de las réplicas que se alojan por un mes en barrio chino

Texto: María Montero / Fotografías: Victoria Vega Usmanova

22/10/16 | 11:45am

La cita comenzó en plena vía pública y a media mañana de este viernes, cuando ya el sol estaba dispuesto a ejercer violencia física sobre los presentes, pero por suerte los actos protocolarios de inauguración fueron breves, y rápidamente la política le dio paso al arte.

La exposición ‘El Museo del Prado en Chepe’ pone en evidencia escenas y personajes que, no por antiguos, resultan extraños: una gordita de rostro orgásmico que asciende por los aires rodeada de pequeñuelos rechonchos y desnudos; un alegre grupo de ninfas que continúa su relajo acuático pese al asedio de bestias horripilantes; un ejército de calaveras que lidera una masacre del género humano.

¿Anhelos, pesadillas, noticias de actualidad, o todas las anteriores? No, simplemente imágenes sacadas de los bolsillos de Bartolomé Murillo, El Bosco y Brueghel el Viejo.

Resguardadas con sombrillas, cámaras y botellas de agua, unas 25 personas siguieron pacientemente los pasos del profesor Rubén Jerez, durante la primera visita guiada de la exhibición itinerante.

El guía se detuvo varias veces delante de algunos de los 53 paneles metálicos que ahora visten el barrio Chino, en el Paseo de los Estudiantes, para hablar del contexto y sentidos de las reproducciones más significativas, en una cátedra mixta de Historia del Arte y Bronceado.

La procesión hizo 10 paradas y, en cada una, el profesor explicó aspectos característicos de las pinturas, especialmente inolvidables por el hecho de que, aún siglos después de haber sido realizadas, éstas siguen con ganas de ‘conversar’ con el público y no precisamente de arte, sino de asuntos cotidianos... sexualidad, política, asuntos sociales, economía, relaciones familiares y tendencias de moda, entre otros.

Aunque las autoridades españolas se encargaron de la selección de las obras y los jerarcas de la Municipalidad de San José eligieron la ubicación, el azar se acreditó la interacción de las mismas con el entorno.

Aplausos de pie merece la casualidad, porque de aquí hasta el día de su clausura, que será el próximo 27 de noviembre, la Inmaculada Concepción de los Venerables (hacia 1678) tendrá que ‘dialogar’ con las Güilas socaditas –que también está en tanda continua en el Cinema 2000–, y la Maja desnuda (hacia 1790) hará lo propio con las Novatas en la cama, que en honor a la verdad son unas advenedizas en eso de revolcarse entre las sábanas y perdurar en la Historia.

Barberías, farmacias, ventas de pollo frito y almacenes rebosantes de electrodomésticos y reguetón interactuaron, tal y como seguirán haciéndolo durante todo un mes, con los chiquillos culones de Sorrolla, los píos caballeros de El Greco, las lecciones morales de Fra Angélico, las prósperas familias de Jordaens o la lujuriosa flacidez de Rubens.

La intachable pintura renacentista jamás había recibido el auténtico bautizo josefino de monóxido de carbono, pero sin contaminación no hay mestizaje.

Quienes creen que el arte es únicamente bello o constructivo, tal vez se sientan decepcionados, pues el bulevar de calle 9 es ahora un pasaje saturado de pasiones humanas, elevadas o mundanas, pero en cualquier caso, comunes y corrientes. Las obras estarán ahí a todas horas, tanto para el que quiera ver belleza como signos de perdición.

Es una exhibición abierta y el libre albedrío es la única condición para ver las pinturas. Cualquiera puede pasar a conversar un rato con ellas.

AmeliaRueda.com

Noticias, reportajes videos,

investigación, infografías.

Periodismo independiente en Costa Rica.

(506)4032-7931

comunicados@ameliarueda.com

Privacidad