Pacto con los evangélicos: el empujón de Araya y Desanti para regresar al poder, dice analista
Esposo de vicealcaldesa josefina, Gonzalo Ramírez de Renovación Costarricense, fue electo Primer Secretario del Congreso
02/05/16 | 11:00am
Para superar la derrota y recuperar el poder, Johnny Araya y Antonio Álvarez Desanti, excompañeros en el Partido Liberación Nacional, se beneficiaron de negociaciones con grupos políticos evangélicos. Ahora están en deuda con ellos.
Ese es el criterio del analista político, Francisco Barahona, quien participó este lunes en el programa radiofónico Nuestra Voz.
Este 1° de mayo, tanto Araya como Álvarez Desanti, aunque en escenarios distintos, volvieron a saborear la victoria; el primero al asumir las riendas de la alcaldía josefina (la consumación final de su triunfo en las elecciones municipales de febrero); el segundo, al convertirse, por segunda vez en su vida, en el presidente del Congreso.
A estos dos políticos los une su pasado: Álvarez Desanti fue jefe de campaña de Araya en su campaña por llegar a la Presidencia de la República en el 2014 con el Partido Liberación Nacional (PLN); una aventura que terminó en pesadilla; sobre todo para Araya que se separó de la contienda a las puertas de una segunda ronda con el actual mandatario Luis Guillermo Solís. La decisión le significó una sanción del PLN que lo inhabilitó de ejercer cargos públicos con la agrupación.
Ante tal negativa Araya se refugió en el incipiente partido de corte evangélico Alianza por San José para tratar de recuperar el ayuntamiento (el cual dejó tras 22 años de liderarlo para optar por la Presidencia). En su nueva lucha lo acompañó Paula Vargas, candidata a vicealcaldesa y esposa del legislador de Renovación Costarricense, Gonzalo Ramírez.
Precisamente Ramírez ocupará el cargo de Primer Secretario del Congreso en la actual legislatura; el segundo puesto más relevante en el directorio después del de Presidente, que ocupa Álvarez Desanti; explica Francisco Barahona.
El analista sostiene que estos acuerdos con los partidos evangélicos "amarran" a quienes están en los puestos de mando y reflejan la importancia e influencia política que se han ganado estos grupos.
La desaceleración de los proyectos fiscales y la traba en aquellos vinculados a derechos humanos, como el reconocimiento de la unión de hecho de personas homosexuales, se avecinan en el panorama, según destaca Barahona.
Mayoría
En el caso del alcalde Araya, con su pacto con los evangélicos no solo se aseguró el poder en la Municipalidad, sino también en el Concejo, pues el regidor Luis Murillo, de Alianza por San José, se hizo con la Presidencia en la elección de este domingo.