Supervisión de padres debe ser permanente para evitar amenaza de depredadores sexuales por Internet

La supervisión permanente de los menores de edad en el uso de la tecnología es una responsabilidad directa de los padres de familia para evitar la amenaza de depredadores sexuales, afirmó el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).

El uso de redes sociales y juegos que parecen ser inofensivos por internet se han convertido en escenarios idóneos para que los niños caigan en manos de violadores o personas que buscan difundir pornografía infantil.

Esta semana se detuvo a un hombre por haber difundido en apariencia más de 300 videos sexuales de una niña de 9 años en una casa de habitación en San Miguel de Desamparados.

La presidenta ejecutiva del PANI, Ana Teresa León, explicó en el programa Nuestra Voz que los padres de familia deben de considerar que son miles los explotadores sexuales en línea que buscan cualquier momento durante el día o la noche para atrapar a sus víctimas.

“Pasan buscando niños y niñas para seducirlos y convencerlos de involucrarse, contactarlos para citas y eso representa una gama de riesgo pues se les expone a pornografía, y videojuegos de ese carácter”, indicó.

León manifestó que el 80 por ciento de los casos se da contra niños menores de 10 años, una situación que la personas no prevén.

“En el caso de Desamparados el PANI no tenía ninguna denuncia al respecto, sino que se da por una alerta que viene de Nueva Zelanda, pero el problema es que los padres no se enteran, y le dan teléfonos a menores para que pasen conectados a la red y eso es peligroso por los contactos que se pueden involucrar”.

La jerarca del PANI sostiene que ante esta multiplicidad de riesgos son los padres de familia los que deben supervisar el uso de los dispositivos tecnológicos y menores de edad, además de orientarlos todo el tiempo.

“Cuando un menor tiene acceso libre al internet no hay filtros, no hay PANI, no hay OIJ que pueda detener la amenaza, es un asunto de familia por familia, de casa por casa. El celular o la computadora se utiliza como una chupeta electrónica pero se está corriendo el riesgo de traer un problema que pueda ser irreparable para el niño”.

Según datos del PANI, únicamente el 12 por ciento del uso que se le da a la tecnología y el internet es educativo, ya que el resto es para entretenimiento, como chatear, redes sociales, entre otros.

León afirmó que la labor siempre debe de ser de prevención pues cuando un menor es abusado sexualmente las marcas en su vida perduran durante mucho tiempo.

“Los casos de abuso sexual repercuten en los diferentes momentos y ciclos de la vida, por ejemplo, es probable que la niña no esté reflejando claramente el daño ahora, pero el problema es cuando tenga 15, 20 o 40 años, las afectaciones a la integridad física, sexual y emocional inevitablemente dañan la estructura de quien es uno”.

La presidenta ejecutiva del PANI explicó que los medios de comunicación pueden ayudar en la forma en la que se abordan estos fenómenos, principalmente en el respeto a la integridad de las víctimas y sus familiares.

“Hemos insistido a los medios de comunicación que no revelen los nombres de los afectados, porque se trata de una segunda violación, ya que posteriormente la familia debe responder ante todo ese entorno que la juzga. Se debe abordar de una manera preventiva, para reducir el riesgo a que otras personas sufran lo mismo”, concluyó.