Al papa casi se le "caen" los ojos cuando hija menor del Presidente Solís lo invitó al país

​Hubo tantos temas de qué hablar que lo único que no dio tiempo fue de fútbol, relata enviada especial al Vaticano de AmeliaRueda.com

27/05/16 | 09:27am

La invitación al papa Francisco para que visite Costa Rica se la extendió la hija menor del presidente, Luis Guillermo Solís, Inés de 10 años, quien este viernes fue parte de la comitiva tica que recibió el pontífice en el Vaticano.

"Al papa casi se le caían los ojos al ver a la niñita", relató la enviada especial de AmeliaRueda.com, Milena Fernández, en el programa Nuestra Voz.

La pequeña, además, fue quien le entregó los presentes al papa y le dijo que "quisiera invitarlo a conocer los niños de Costa Rica".

enviada especial, milena fernández

Solís fue recibido en audiencia privada este viernes durante 20 minutos. Según comunicó el vocero oficial del Vaticano, Federico Lombardi, hubo "tantos temas" de qué hablar que lo único que no dio tiempo fue hablar de fútbol.

ENVIADA ESPECIAL, MILENA FERNÁNDEZ

Contratiempos

Fernández indicó que posterior a las audiencias oficiales es común que se abra un espacio para que la prensa realice preguntas y fotografías.

Sin embargo, en esta ocasión hubo un error de comunicación ya que al Mandatario se le convocó a las 10:50 a.m. y la radio oficial de la Santa Sede indicó que el encuentro sería a las 10:30 a.m., por lo que el retraso no permitió la apertura del último espacio.

El embajador de Costa Rica ante el Vaticano, Marco Vinicio Vargas, quien fijó la cita para el gobernante, explicó que desde noviembre se recibió la notificación por escrito de que Solís sería admitido en horas de la mañana.

Además, que hace unas semana mediante una llamada telefónica se le confirmó que la hora estaba fijada para las 11:00 a.m., por lo que Solís se presentó minutos antes de la hora.

"Si hubo cambios de horarios internos no fueron comunicados", indicó el embajador a la vez que aseveró que dicho atraso "no alteró en absolutamente nada el transcurso de la ceremonia" ni la agenda del papa Francisco.

Dicho atraso también impidió que el papa bendijera, como es costumbre, cada uno de los presentes que le dieron. En su lugar, hizo una bendición general "debido a la gran cantidad".

Otro de los imprevistos –por directrices de protocolo– fue que Inés no pudo entregarle el dibujo de un tucán que le hizo al santo pontífice, ya que este primero debía de ser entregado en una valija diplomática.

ENVIADA ESPECIAL, MILENA FERNÁNDEZ

Este viernes es el último día de Solís en Roma, posterior a ello se trasladará a Nueva York, Estados Unidos durante dos días, para regresar el próximo lunes 30.

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