Tabúes en los padres interfieren en la educación sexual de sus hijos, afirma experta

Los tabúes que tienen padres interfieren en la educación sexual que reciben los niños y adolescentes, negándole a estos la posibilidad de tener un mejor acceso a la información y el conocimiento de lo que significa una sexualidad sana, según afirma la directora ejecutiva de la Fundación PANIAMOR, Milena Grillo.

A criterio de la experta existe una corresponsabilidad social en la cual la familia debe ser el primer responsable en hablar con los menores de edad sobre la sexualidad y su vivencia, cuya formación debe darse sin prejuicios ni tabúes y con suficiente transparencia para dar el mejor desarrollo de una dimensión de su personalidad.

"La convicción nuestra en PANIAMOR es que la mejor vacuna que tenemos nosotros contra todos los males que puedan afectar la niñez y la adolescencia es la educación. Una de las cosas que más pone en riesgo y vulnera a nuestros hijos e hijas son la cantidad de tabúes que manejamos las personas adultas, que no nos permiten acercarnos a ellos y ellas a hablar solo los temas y plantear las cosas", mencionó la experta este martes en el programa de radio Nuestra Voz.

Grillo agregó que el accionar de una mayoría de las familias es "muy temeroso", debido a que manejan información "distorsionada" con un tono de "amenaza" en lugar de promover la importancia del cuido y postergación.

"Hace mucho tiempo hicimos un sondeo con adolescentes sobre que cosas ellos nunca hablarían con sus familias y los tres elementos que nos señalaron que no hablarían porque les da temor como sería la reacción fueron el tema de drogas, acciones contra la ley y cuestiones relacionadas con sexo. Imagínese como la sexualidad, que es una dimensión de la convivencia cotidiana, está colocada con el mismo temor en la comunicación con las familias que lo están dos situaciones contrarias a la ley y que son totalmente disfuncionales", dijo la experta.

Una vez superado el aprendizaje que el menor de edad pueda recibir en su hogar, es tiempo que el Estado haga una intervención a través de tres "sectores fundamentales": educación, salud y cultura.

Grillo explicó que es en las aulas donde estas poblaciones deben reforzar sus conocimientos adquiridos en casa, o en su defecto, recibir la educación que no pudieron obtener de sus familiares en caso de que estos no pudiera o quisieran hacerlo.

Por su parte, la salud debe actuar en un marco de promoción y de atención diferenciada que tome en cuenta las características de los adolescentes y los retos que viven en la sociedad actual.

"La posibilidad de que a través de la cultura llevemos esos temas a conocimiento de las comunidades nos da un potencial extraordinario", aseguró la experta.

La organización que vela por mejorar la calidad de vida y el cumplimiento efectivo de los derechos de la niñez y la adolescencia, tiene a disposición un espacio en su sitio web que brinda recursos a los adultos para que puedan establecer una comunicación adecuada sobre la sexualidad.