Administrativos acuden a hospitales para reactivar servicio de lavandería paralizado por huelga

Un total de 25 funcionarios de la Dirección de Servicios Institucionales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) dejaron sus oficinas para acudir a lavar y aplanchar la ropa hospitalaria y así reactivar ese servicio afectado por los empleados que se encuentran en huelga.

La asistencia de los administrativos se dio de manera voluntaria en tareas operativas como la clasificación, aplanchado, acarreo, traslado, recolección, seguridad, limpieza y coordinación de las prendas entre los centros médicos.

El director de Servicios Institucionales de la Caja, Luis Bolaños Guzmán, explicó que se trata de una cooperación que tiene como fin normalizar el funcionamiento del servicio y librar de nuevas afectaciones a los pacientes.

Debido a lo anterior es que la dirección destacó el compromiso y la disposición de los trabajadores de llevar a cabo funciones diferentes a la de sus perfiles.

Justamente a esa "mística" es a la que apeló el presidente ejecutivo de la institución, Román Macaya Hayes, la mañana del martes en el programa Nuestra Voz, en su llamado a los empleados de la Caja que se encuentran fuera de sus labores atendiendo al llamado sindical contra la reforma fiscal.

La tarde de este martes, el Ministerio de Salud emitió una orden sanitaria en la que exigió a la Asociación Nacional de Profesionales en Enfermería (ANPE) y la Unión Nacional de Empleados de la Caja y la Seguridad Social (Undeca) permitir el lavado de ropa hospitalaria, considerando los riesgos que estos suponen para los pacientes de centros médicos.

Un día antes, la entidad administradora de los establecimiento de salud denunció que manifestantes bloquearon los accesos a las lavanderías Zeledón Venegasm ubicada en el Hospital San Juan de Dios, y Central, en el Hospital México. Según un comunicado de la Casa Presidencial, la acumulación de ropa sucia se da también en el de Niños, de Geriatría, de la Mujer, Roberto Chacón Paut y San Vicente de Paúl, Rafael Ángel Calderón Guardia y el Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare).

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Macaya además alegó la existencia de intimidaciones contra los trabajadores de ese servicio.

Las disposiciones ordenan a los protestantes cesar de forma inmediata el impedimento de ingreso y salida de funcionarios que se encuentran laborando, a fin de que puedan cumplir a cabalidad con el proceso de lavandería de los hospitales.

Ese tipo de órdenes son un instrumento administrativo mediante el cual la cartera comunica a las personas su obligación de cumplir con conductas en resguardo de la salud pública. Lo dispuesto en las órdenes sanitarias es de acatamiento obligatorio y debe ser ejecutado en forma inmediata, ya que, de lo contrario, la entidad podría interponer la denuncia ante el Ministerio Público por el delito de desobediencia.

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La Caja es una de las instituciones más afectadas por los primeros 10 días de huelga, ya que ha tenido que suspender más de 43.000 citas programadas, más de 1.500 cirugías e incluso se ha visto inhabilitada para ofrecer tratamientos críticos como quimioterapia, al tiempo que sus ambulancias han encontrado obstáculos para trasladar a los pacientes que lo requieren hacia centros médicos.

Crédito de fotografía: Caja Costarricense de Seguro Social.