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El presidente Alvarado brindó sus declaraciones este lunes, día en que arrancan las negociaciones con el organismo internacional.

"Detrás de un 'no' tiene que venir una propuesta", pide presidente Alvarado ante negociación con FMI

​El mandatario aseguró que la nueva propuesta al Fondo incluyó únicamente lo económica, social y, "espera", políticamente viable

11/01/21 | 15:29pm

Las medidas que contiene la propuesta de estabilidad financiera que se presenta, desde este lunes 11 de enero, al Fondo Monetario Internacional (FMI) son las que se consideraron económica, social y políticamente viables, aseguró esta mañana el presidente Carlos Alvarado, en medio de un evento de inspección sobre los avances constructivos en la autopista de Circunvalación Norte.

Sin embargo, el mandatario destacó que, en caso de que existan desencuentros políticos con una u otra medida, esperaría que se planteen contrapropuestas "realistas", las cuales puedan alcanzar apoyos mayoritarios y sean suficientes para suplir las necesidades financieras.

"Más que tener un plan A o un plan B, o un plan C, hay varios componentes que son posibles. Hoy nosotros estamos proponiendo un plan que consideramos tanto económicamente viable, porque le da una solución de sostenibilidad al país, como políticamente viable. Se podrían considerar otros planes, pero nosotros hemos llegado a este, que consideramos socialmente viable, económicamente viable y, esperemos, políticamente viable", comentó el mandatario.

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Alvarado enfatizó que cualquier medida de la propuesta que se rechace implica la necesidades de buscar recursos en otra parte, por lo que pidió a los demás actores políticos a evitar rechazos sin medidas de reparación, sin "populismos".

"Yo he visto a varios actores políticos que, ante distintas propuestas o ideas lo que han dicho es no, pero yo invitaría a esos actores a que detrás de un 'no' tenga que venir una propuesta también. Porque si hay algo en lo que tenemos consenso es en que necesitamos ese acuerdo con el Fondo, entonces hoy estamos en un escenario en donde no basta decir no. Si alguien dice no, yo esperaría que tenga una mejor propuesta que complemente los componentes".

"Y hablo de una propuesta realista, porque todos sabemos que resulta muy sencillo hacer propuestas populistas, pero que no van a resolver el núcleo del problema. Hemos propuesto medidas económicamente viables, socialmente viables y esperamos que políticamente viables, pero la puerta está abierta para que si alguien tiene otras propuestas después de decir que no, que las ponga sobre la mesa", concluyó.

El Gobierno de Costa Rica negocia desde este 11 de enero un Servicio Ampliado, por $1.750 millones en tres años, con el FMI. Para ello, propondrá al organismo internacional una agenda de recuperación fiscal para sustentar su capacidad de repago, enfocada en medidas como recortes presupuestarios, la aplicación de la reforma al empleo público y de un sistema de renta global a partir de 2023.

Según el ministro de Hacienda, Elian Villegas, y el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, la operación con el FMI es esencial para la recuperación de las finanzas públicas nacionales, pero especialmente para dar tranquilidad a los mercados internacionales sobre la sostenibilidad costarricense. Esto es esencial para que el país recorte su diferencia entre gastos e ingresos, y para que acceda al crédito que necesita para pagar esa diferencia al menor costo posible hasta alcanzar un balance.

El Gobierno anunció desde agosto del año pasado que buscaría negociar un acuerdo con el Fondo. No obstante, aquella intención se puso en pausa tras el fracaso de una primera propuesta de ajuste fiscal presentada por el Ejecutivo, la cual enfrentó el rechazo mayoritario de los sectores políticos, sindicales y empresariales, por algunas medidas incluidas como triplicar el impuesto sobre la propiedad de bienes inmuebles, fijar un gravamen temporal a las transacciones electrónicas y establecer aumentos temporales en las tarifas de renta a las ganancias más altas.

Ahora, el Ejecutivo intentará convencer al Fondo sobre su sostenibilidad a mediano y largo plazo con la aplicación de un ajuste menos fuerte en materia de nuevos ingresos.

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Difícil situación financiera

Las negociaciones con el FMI se plantean en medio de una situación muy difícil para las finanzas públicas del país. Costa Rica estimó su déficit financiero en un 9,2% del PIB para 2020, aunque las cifras oficiales se presentarán a mediados de enero. Esto quiere decir que el país habría gastado más de ¢3 billones por encima de los que consiguió a través de impuestos y otros ingresos.

La situación deficitaria del país persiste desde hace más de 15 años y empuja la deuda pública a niveles insostenibles desde el 70% del PIB, cuando apenas alcanzaba un 24% de la producción antes de la crisis de 2008. Desde entonces, la economía costarricense sufrió los efectos de la crisis financiera de aquel año y del menor crecimiento económico que produjo, así como de un aumento acelerado del gasto corriente estatal, impulsado por la administración de esa época.

El problema no se corrigió desde entonces y se sumó a otras deficiencias en el gasto que se arrastraban desde mucho antes, cuando el crecimiento mundial de la economía lograba "subvencionar" los problemas de gasto.

Ahora, el Estado enfrenta las necesidades de financiamiento más altas de la última década, lo que presiona indicadores básicos para la estabilidad económica de cualquier país, como el tipo de cambio o las tasas de interés.

Para estabilizar sus finanzas, el país requiere ajustes rápidos y otros estructurales en materia de gasto y de ingresos (impuestos).

Ante esa necesidad, el Gobierno impulsó a finales de 2018 una reforma fiscal que, se decía, alcanzaría para evitar un colapso económico en el corto y mediano plazo. No obstante, no se contempló el impacto de una emergencia como la pandemia del nuevo coronavirus, que ensanchó las necesidades de financiamiento para la atención social y sanitaria de la emergencia, y que redujo los ingresos del país, ante la mayor contracción económica que experimenta en más de 35 años.

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