Justicia chilena sobresee a exobispo acusado de abusar sexualmente de monaguillo

Un tribunal chileno confirmó el sobreseimiento de la investigación en contra del exobispo Marco Antonio Órdenes, acusado de haber abusado sexualmente de un menor en 1997, imputación por la cual el Papa Benedicto XVI decidió destituirlo, informó este sábado el Poder Judicial.

Durante su gestión como obispo de la ciudad de Iquique (1.800 km al norte de Santiago), Rodrigo Pinto denunció en 2008 a Órdenes por haber abusado de él cuando con 15 años era un monaguillo de la catedral de esa localidad, en un caso que golpeó duramente a la iglesia chilena.

La Corte de Apelaciones de la ciudad de Iquique confirmó un fallo anterior y "decretó el sobreseimiento de la causa, tras establecer en el sumario (investigación) que no existen presunciones que permitan verificar la ocurrencia de los hechos denunciados en diciembre de 2008", indicó en un comunicado el Poder Judicial.

En una entrevista que Órdenes concedió a un diario local en 2012, admitió haber cometido un "acto imprudente" con Pinto, pero negó que hubiese ocurrido cuando la víctima era menor de edad, y rechazó ser "pedófilo" u "homosexual".

El Vaticano también abrió una investigación del caso en octubre de 2012. A pocos días de iniciarse la indagación, Órdenes presentó su renuncia a la iglesia, aceptada inmediatamente por el papa, quien anunció su destitución.

Órdenes se convirtió en el primer obispo chileno en ser investigado por estupro. Unos 80 sacerdotes han sido acusados de abuso sexual de menores desde el año 2000, según la ONG estadounidense Bishop Accountability.

La reciente visita del papa Francisco a Chile se vio empañada por denuncias de encubrimiento de casos de estupro en la iglesia chilena y de la activa participación en los actos papales del obispo de Osorno (sur), Juan Barros, acusado de haber guardado silencio sobre los abusos sexuales a menores cometidos por su guía espiritual, el influyente sacerdote Fernando Karadima.

El papa afirmó que no existen pruebas sobre Barros y calificó de "calumnias" las acusaciones en contra del obispo lanzadas por víctimas de Karadima. Durante su retorno al Vaticano, Francisco pidió perdón por el daño causado por sus palabras.

Fotografía: asisurgen.blogspot.com