​Motociclistas colman calles en Guatemala para pedir favores al Cristo Negro

Miles de motociclistas partieron este sábado desde la capital de Guatemala a la oriental ciudad de Esquipulas para venerar y pedir favores al Cristo Negro, en la denominada Caravana del Zorro que cumple 57 años de tradición.

Haciendo rugir los motores de las motocicletas de varios estilos y tamaños, algunas de ellas con exóticos adornos, los peregrinos emprendieron el viaje de 222 km a Esquipulas, un trayecto iniciado en 1961 por el fallecido Rubén Villadeléon y su familia.

Con el paso del tiempo, más motociclistas se unieron a la peregrinación a Esquipulas, bautizada en 1996 por el Papa Juan Pablo II como la "Capital centroamericana de la fe", y en los últimos años los participantes sobrepasan los 30.000 e incluso en algunas ediciones los 50.000, según los organizadores.

"Le pediré al Cristo Negro que Guatemala cambie. Solo Dios la puede componer. Prácticamente Guatemala está perdida por la delincuencia, la corrupción y extorsiones", dijo a la AFP Marco Herrera, un mensajero de 63 años cubierto completamente con un disfraz blanco de "hombre de las nieves".

Herrera cumple una década de peregrinaje y en otros años se ha disfrazado de gorila, hombre lobo y Chewbacca de Star Wars, aseguró.

"¡A toda máquina! Cinco, cuatro, tres, dos, uno, buen viaje!", exclamó el presidente Jimmy Morales, encargado del banderazo de salida frente al Palacio Nacional junto al alcalde capitalino, el exmandatario Álvaro Arzú (1996-2000).

"Agradezco sinceramente a todas las personas que están empecinadas de que esta peregrinación retome el camino que de un inicio fue: a visitar al señor de Esquipulas con toda la devoción", señaló Eddy Villadeleón, el principal promotor de la peregrinación que inició su padre Rubén.

Los promotores intentan este año regular el peregrinaje y la estancia en Esquipulas ante desordenes por la imprudencia de algunos participantes y el abuso de bebidas alcohólicas que han provocado accidentes con muertes, sobre todo en el retorno a la capital.

"Vamos con mucha fe pidiendo por muchas cosas personales", agregó Oscar Milián, un soldador de 39 años quien viajó desde el departamento occidental de Huehuetenango, fronterizo con México.

La Caravana del Zorro fue declarada patrimonio intangible de la Nación en 2011 debido a la popularidad que ha alcanzado, lo que ha atraído también a motociclistas de otros países de Centroamérica y México.