Ropa nueva, agua, alimentos y artículos de higiene urgen en donaciones para afectados por Nate

Ropa nueva, agua, alimentos tanto para personas como animales, y artículos de higiene son las donaciones que más requieren las autoridades para las personas afectadas por los efectos de la tormenta tropical Nate, según lo expuso la segunda vicepresidenta de la República, Ana Helena Chacón, en una entrevista con AmeliaRueda.com, una semana después de los intensos aguaceros que generaron numerosas inundaciones y deslizamientos a lo largo de todo el país.

Un total de 7.214 personas permanecen en 127 albergues, a una semana del momento cúspide de la emergencia, que dejó un saldo de 10 víctimas.

El Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica, la Cruz Roja Costarricense y la Fuerza Pública ha efectuado la entrega de 82 toneladas de alimento para los afectados (incluidas 9 toneladas destinadas a territorios indígenas), 45.900 litros de agua, 2.997 kits de limpieza e higiene personal, cientos de medicamentos y cilindros de oxígeno, tal y como lo detalló la Vicepresidenta.

Otras 15 toneladas de alimento para animales, tanto de compañía como de producción, fueron distribuidas, según puntualizó Chacón.

Entre lo recolectado y las compras efectuadas por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), los cuerpos de socorro prepararon y entregaron un total de 21.787 diarios.

No obstante, la Vicepresidenta enfatizó en la necesidad de la donación de ropa nueva y no aquella que ya no se utilice o que esté rota, ya que las mismas dificultan la selección de las prendas para su posterior distribución.

“Lo que la gente desee, porque tenemos más de dos mil niños afectados, tres mil adultos mayores albergados, y el resto son personas mayores de edad que todavía no entran a ser adultos mayores. Entonces realmente depende de lo que cada quien quiera dar”, especificó Chacón al ser consultada sobre los sectores de mayor vulnerabilidad.

Además de la ropa y el alimento, la Vicepresidenta pidió aportes de agua ya que más de 200 mil personas se mantienen sin acceso a ese recurso esencial por los daños en las tuberías de 25 sistemas de Acueductos y Alcantarillados (AyA) y 150 Sistemas Comunales (ASADAS).

Los aportes voluntarios se pueden enviar a los más de 100 centros de acopio autorizados que tiene la Cruz Roja en el país, tanto en forma de kits como en productos individuales.

Pese a ello, las colaboraciones se mantienen insuficientes, a criterio de Chacón, quien señaló que los aportes son menores a los registrados en emergencias anteriores como la del huracán Otto en 2016, debido a que gran parte de la población resultó impactada por el fenómeno atmosférico.

“Tenemos personas que lo han perdido todo, su casa, su ganado, y por supuesto quienes pueden perder el trabajo. Por ejemplo, en zonas muy afectadas como Monteverde, una zona altamente turística, si no llegan los turistas de alguna forma los hoteles se ven afectados y prescinden del servicio de sus funcionarios”, manifestó la Vicepresidenta.

La emergencia también dañó 400 rutas entre nacionales como cantonales, así como 42 puentes. La interrupción de las vías de comunicación mantuvo aisladas decenas de comunidades por hasta 48 horas, e incluso, 68 permaneces aisladas a la fecha. 30 de ellas están en Zona Sur, 15 entre Acosta y los Santos, 18 en el Pacífico y 5 en Guancaste.

Se espera que en dos semanas se conozca las repercusiones económicas de Nate, pero la CNE ya ha tenido que desembolsar ¢2.350 millones en reparaciones, compras, entre otras.

El desastre obligó al presidente de la República, Luis Guillermo Solís, decretara alerta roja en todas las provincias excepto Limón, así como un asueto en el sector público para el jueves y viernes de la semana anterior.

Por su parte, el Ministerio de Educación Pública (MEP), suspendió lecciones en el mismo periodo, que se ha extendido a la fecha en cuatros cantones más afectados (Acosta, Dota, Terrazú y León Cortés).

Riesgo de enfermedades

En las zonas afectadas por Nate, el Ministerio de Salud prevé para las próximas semanas un aumento de criaderos de mosquitos como Aedes aegypti, responsable de la transmisión de enfermedades como el dengue, el zika y el chicungunya.

Así lo explicó a este medio el Coordinador Técnico Nacional del Programa de Control de Vectores de la entidad, el doctor Rodrigo Marín, debido a que en esas comunidades se espera que las personas acumulen aguas en recipientes ante el faltante del líquido por daños en tuberías, entre otros.

Ante ese escenario, el especialista recomienda:

Marín recordó que las inundaciones también propician acumulados de agua sucia, que son los ideales para el nacimiento del mosquito Anopheles, transmisor de la malaria, en un momento en el que país se encuentra bajo alerta sanitaria por el registro de nueve casos en el último año.

Para evitar la propagación de ese mal, el médico sugirió utilizar ropa que cubra la piel como camisas de manga larga y pantalones, principalmente en horas de la noche. También recomendó usar mosquiteros y repelentes para mosquitos.

“Luego, desde el punto de vista de transmisión de enfermedades vectoriales, la leptospiria (enfermedad bacteriana) puede ser importante, verdad, sobre todo por el tema del contacto con aguas estancadas e inundaciones”, señaló el coordinador.

El funcionario agregó que ante las inundaciones y los hacinamientos en albergues es normal que se aumenten los casos de enfermedades gastrointestinales, como la diarrea y el vómito, y las respiratorias, como la gripe.

En el caso de las primeras es preferible el consumo de agua embotellada, o en su defecto, el agua hervida o clorificada, así como el constante lavado de manos. Para los males respiratorios se sugiere cubrir la boca al toser o estornudar, y evitar tocar los ojos, nariz y boca ante la comezón.

No obstante, Marín pidió acudir de forma inmediata a un médico en caso de presentar algún tipo de malestar o síntoma de esas enfermedades.

Foto: Casa Presidencial