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Carro quemado

Temor, barro y caña: tras la pista de la masacre en Buenos Aires de Puntarenas

​Policía busca evidencias en un terreno alejado, al que solo se puede acceder con vehículos 4x4

19/10/21 | 18:18pm

Son pasadas las 9:00 a.m. del día después de una masacre que vuelve a consternar a Costa Rica. En Buenos Aires de Puntarenas, a unos 30 kilómetros del lugar de los hechos, todo está tranquilo. La gente camina con normalidad, en su ruta al trabajo o a dejar a los hijos a la escuela. Otros solo revisan su celular o conversan en el corazón de la ciudad. La cosa cambia -al menos en algunas ocasiones- cuando uno se acerca a conversar sobre el asesinato de seis personas ocurrido en la finca del estadounidense Stephen Sandusky.

Unos pocos condenan lo sucedido y claman por justicia. A muchos otros les gana la pena de hablar frente a una cámara o su desconocimiento del hecho.

A un costado del parque sale un pick-up con Llano Bonito de Brunka como destino, pero con una ruta plagada de incertidumbre. El conductor Juan José se envalentonó en su conocimiento de la zona para aceptar un viaje que se asemeja al recorrido que cualquier amante de la adrenalina se desearía: uno cargado de barro, al que debe anteponerse a piedras y zanjas, entre paisajes esplendorosos con amplios cultivos de caña, piña y palma.

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La travesía tomó cerca de una hora. Superados los 40 minutos, el chofer anunció que había que "enchancharse" (poner la doble tracción). La marcha solo descansaba cuando Rivera necesitaba tiempo para pensar de qué manera le entraría a una subida con poco margen o a un terreno irregular.

Para ese momento, los tripulantes encontraron el primer indicio de que la ruta era la correcta: una buseta marca Toyota del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que desde San José trajo varios perros especializados para hallar rastros de sangre y otras evidencias.

Unos 15 minutos después se acabaron los plantíos de caña y aparecieron unos cuantos de café. Después se observaron algunos establos y otras estructuras, hasta que se logró divisar una casa amarilla con techos rojos y canoas cafés. La vivienda se sitúa en un alto y está rodeada de una especie de colina que impide contemplarla con más claridad.

La rodea un pequeño camino de lastre que albergó más de una decena de carros 4x4 de la Policía Judicial y dos unidades de la Fuerza Pública. La entrada al sitio la conforman dos columnas blancas y un portón naranja, a la que el crimen agregó una cinta amarilla con letras negras con la leyenda "no pase".

Finca

Un agente del Organismo se cambiaba su ropa oculto detrás de la puerta trasera de un pick-up, mientras que otro policía caminaba por un pastizal con un detector de metales.

Al final de la calle que llevaba a la casa, un equipo de AmeliaRueda.com constató la presencia de una camioneta con cajón totalmente incendiado.

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En ese espacio se ubicó el cuerpo calcinado de uno de los hombres asesinados. En esa misma condición se situó el cadáver de otro sujeto, a un costado del vehículo. Frente al carro quemado yacían los restos de dos mujeres que fallecieron por balazos en la cabeza. Un tercer hombre fue encontrado muerto debajo de llantas y con su cuerpo bañado en material acelerante, cerca de un tractor. El otro cuerpo se estaba en un callejón a 100 metros del pick-up y presentaba varios disparos.

Personal de Inspecciones Oculares, Ciencias Forenses y la Unidad Canina del Organismo permanecía en la escena en busca de pistas que permitan dar con el paradero de los perpetradores del atroz acto. Algunos momentos después, uno de los funcionarios, quien se identificó como Leonardo, pidió que se despejara el sitio para iniciar las labores.

Perro

Desde las afueras de la propiedad, este medio observó a dos servidores vestidos con mamelucos blancos, caretas y guantes hacer diligencias en la parte frontal de la vivienda.

Los alrededores de esta finca se reducen a zonas verdes con vista a todos los rincones de Buenos Aires. Tienen que recorrerse caminos empinados por al menos 15 minutos para ver alguna otra casa habitada. Una media hora más tiene que pasar para llegar al centro de Cañas de Brunka, donde entre los vecinos que se congregan en los alrededores de dos abastecedores, nadie sabe quién es Sandusky o -a lo mucho- lo habían visto de paso hacia su casa.

Por segundo día consecutivo la policía judicial busca evidencia que permita esclarecer este homicidio múltiple. Según las autoridades, un asalto en la casa de Sandusky podría ser la causa de tan atroz crimen.

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