Las tasas máximas definitivas que podrán cobrar los bancos por el uso de los dispositivos electrónicos se publicaron este 24 de septiembre en el diario oficial <i>La Gaceta</i>. El Banco Central estima ahorro de ¢66.577 millones para comerciantes.
24/09/20 | 10:57am
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) publicó su primer tope de las tasas que se cobran por el uso de datáfonos y dispositivos electrónicos afines, las cuales entrarán a regir en dos meses, el próximo 24 de diciembre.
Los máximos se ordenaron a través de una ley aprobada en marzo pasado por la Asamblea Legislativa, e implicarían un ahorro de ¢66.577 millones para unos 22 mil comercios, según las estimaciones realizadas por el Banco Central en su último estudio sobre el tema, con fecha de este mes de septiembre.
"El ahorro estimado alcanzaría todos los sectores comerciales y tamaños de empresas, entre las cuales las pequeñas y medianas empresas registradas bajo el resto de actividades concentrarían el 80,0% del ahorro estimado", describió el Central, en su informe técnico.
La tasa que tiene un mayor valor para el sector comercio es la tasa de "adquirencia", que corresponde a un porcentaje que se carga sobre cada venta que realiza un establecimiento para pagar el acceso al servicios de datáfonos y su debido mantenimiento.
Denuncias de la Cámara de Comercio señalaban, en 2018, que las tasas ofrecidas por los oferentes nacionales para el uso de datáfonos en Costa Rica alcanzaban hasta un 7% para los negocios más chicos, y que oscilaban entre un 4% y un 5% en términos generales.
El nuevo tope será de un 2,5% sobre el valor del pago para este importe, salvo en operaciones de estaciones de servicio, organizaciones de beneficencia, servicios de transporte regulados por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) y peajes, en las que el cobro será de apenas un 1,5%.
A ello se suma la comisión fija mensual por el servicio, que no podrá exceder los ¢20.000 mensuales para todos los servicios.
En el enlace adjunto puede informarse sobre las nuevas tasas máximas de intercambio y adquirencia para tarjetas de pago, las cuales entrarán a regir en dos meses contados a partir de este 24 de setiembre. https://t.co/7UR7r1lRUC pic.twitter.com/sLLV7l72sx
— BCCR (@BancoCentralCR) September 24, 2020
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Las comisiones de "intercambio", por su parte, son las que cobran los oferentes de cada tarjeta al banco emisor del datáfono, las cuales tienen un impacto directo para las entidades financieras y se fijarán en un máximo general del 2% y del 1% en las mismas excepciones que las tasas de "adquirencia".
El presidente del Central, Rodrigo Cubero, afirmó que la entidad que dirige "buscó un adecuado balance entre oferentes y demandantes de los servicios del sistema de tarjetas de pago" y que "para ello tomó en cuenta la evidencia internacional para países con características similares a Costa Rica, los costos y rentabilidad de proveedores de servicios y afiliados, y el objetivo de seguir profundizando el uso de medios electrónicos de pago".
El Banco Central realizará revisiones anuales a las comisiones y, según explicó a través de un comunicado de prensa, su intención es que las comisiones máximas "converjan gradualmente a los niveles prevalecientes en el grupo de países comparables con Costa Rica que tienen regulación de tasas".
"De acuerdo con la evidencia internacional, esos niveles se ubican alrededor de 1,25% para intercambio y 1,75% para adquirencia. Se vislumbra que este ajuste podría alcanzarse en un plazo de unos cuatro años, pero la magnitud y velocidad del ajuste dependerá en todo caso de la evolución del sistema de tarjetas de pago y las circunstancias prevalecientes", detalló.
En Costa Rica únicamente existen cinco bancos que ofrecen datáfonos: el Banco Nacional, el Banco de Costa Rica, Credomatic, Davivienda, Promérica y Scotiabank. Los bancos abogan por una tasa que permita dar rentabilidad a la oferta de dichos servicios.
La tasa de adquirencia de Costa Rica se ubicaría ahora entre el promedio de la región. Sería más baja que la de países como Uruguay (3,5%), México (2,95%) y Brasil (2,63%), pero más alta que la de Argentina (2%), por citar algunos ejemplos. En países europeos suele ser mucho más baja, incluso por debajo del 1%.
Entre los efectos positivos de la medida, el Banco Central ha reiterado que es previsible que existan mejoras en la señal de precios, una mayor transparencia y eficiencia en el sistema de tarjetas, y una reducción de los impactos regresivos por el uso de tarjetas.
Por otro lado, también ha dicho que existen posibilidades negativas como menores beneficios por el uso de tarjetas y afectaciones en las transacciones de menor valor.
Sobre la inclusión financiera y la bancarización, el Central ha dicho que existe evidencia mixta, pero que estudios recientes evidencian que no ha ocurrido un desincentivo mayor.
"Un estudio reciente para la región europea sugiere que los topes máximos de intercambio establecidos en 2015 no han afectado el avance de la inclusión y profundización financiera. El estudio sugiere además que sí hubo traspaso de las reducciones de adquirencia hacia los precios finales en el mediano plazo, una vez concluida una etapa inicial en que los afiliados aprovecharon esas reducciones para mejorar su capital de trabajo y generar empleo", escribió la autoridad monetaria.
El diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC) y exministro de Economía, Welmer Ramos (proponente de la ley aprobada para fijar estos topes), argumentó que establecer los máximos permitiría aumentar el flujo de caja de los comercios, al tiempo que podrían reducir los precios de sus bienes y servicios en beneficio de la población.
No obstante, otros sectores argumentan que el mayor impacto no redundaría en los precios, sino en una mayor fortaleza del sector comercial que podría aumentar sus márgenes de ganancia.
Sobre este punto, el Central aseguró, en agosto pasado, que "no hay evidencia de traspaso de la reducción de comisiones de adquirencia a los precios de los bienes finales en el corto plazo", pero sí de que "en el largo plazo contribuye a un menor crecimiento de los precios".
Costa Rica registraba 113.439 comercios afiliados, con disponibilidad de 175.184 datáfonos en todo el país hasta finales de 2019. Además, el país registra más de 4,7 millones de tarjetas de débito en las calles, además de 1,4 millones de tarjetas de crédito solo de clientes físicos (no de personas jurídicas).
Además de los topes en sí mismos, el director de la División de Sistemas de Pago del Banco Central, Carlos Melegatti, detalló que la nueva regulación "mejora la experiencia de pago del cliente, define un conjunto de protecciones financieras y operativas para el tarjetahabiente, delimita responsabilidades para los diferentes actores que intervienen en la transacción de pago, crea las condiciones para que nuevos participantes ofrezcan servicios de valor agregado, y permite disponer de información para la toma de decisiones, entre otras ventajas".
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