Urgente intervención en Teatro Nacional costará $31,3 millones

Crédito estatal con el BCIE debe aprobarse antes del cambio de Gobierno, en mayo de 2018​, opina director

23/09/17 | 03:52am

La infraestructura del Teatro Nacional requiere con urgencia una inversión de $31, 3 millones, si quiere mantenerse en pie y lucir impecable 120 años más.

El monto de la inversión surge de diagnósticos y estudios de riesgo del inmueble en los cuales trabaja desde 2016 un equipo técnico interinstitucional compuesto por funcionarios del Teatro, ingenieros del ICE, agentes del INS y de Bomberos y asesores de empresas privadas, como la estadounidense experta en planificación y diseño para teatros Schuler Shook.

“Desde hace varias administraciones se sabe que el Teatro es vulnerable y que ha habido conatos de incendio y que la totalidad de su sistema eléctrico es anticuado y se valora como peligroso”, aseguró el director de la institución, Fred Herrera. “El objetivo es darle un nuevo soplo de vida a este edificio, para que atraviese en buenas condiciones el S.XXI”, dijo el jerarca, al frente del Teatro desde agosto de 2015.

Cambiar la totalidad del sistema eléctrico y construir un Edificio Anexo detrás del Teatro (calle 5, entre avenidas cero y segunda) son dos de los proyectos que comprometerían la mayor parte de los recursos millonarios que el Estado costarricense aún debe gestionar.

Ambas ‘emergencias’ forman parte de una lista de 10 puntos incluidos en el ‘Programa Integral de Seguridad y Conservación del Monumento Histórico: Teatro Nacional de Costa Rica’. Este documento enumera los proyectos y plazos que la institución debe asumir para reducir la fragilidad del edificio patrimonial, que desde su inauguración en 1897, solo ha tenido seguro contra incendio en uno de sus 120 años de existencia.

El inventario de mejoras incluye también un sistema de protección contra incendios, la actualización tecnológica del escenario –que se traduce como la implementación de una tramoya alterna, sin perjuicio de la antigua– y la incorporación de una nueva concha acústica.

“Desde el año pasado hemos trabajado en estimaciones preliminares de costos. Actualmente nos encontramos en la etapa de diseño; parte de los alcances de esos diseños implican un presupuesto detallado, pero evidentemente, mientras uno no tenga los planos definitivos, no puede calcular el costo detallado de un proyecto”, agregó el ingeniero José Manuel Blanco Mazariegos, coordinador del Programa Integral.

Según el Programa, los diseños técnicos de todas las intervenciones que le urgen al Teatro, y que apenas representan la primera fase del trabajo, concluirán en noviembre de este año.

Teatro, no oficina

Con un área constructiva de 5.500 metros cuadrados, el Edificio Anexo que se planea edificar incorporará la nueva Sala Vargas Calvo (“un pequeño teatro de cámara, sin tramoya”) las oficinas administrativas de la institución y algunas bodegas indispensables para desahogar el coliseo.

“Una de las conclusiones más importantes del diagnóstico que se realizó, es que parte del peligro viene de una saturación de los aposentos del Teatro Nacional”, puntualizó Herrera. “La evacuación de bodegas y de personal del edificio histórico es fundamental para la seguridad y disminuir cargas eléctricas difícilmente controlables”.

Herrera insiste en agregar otra poderosa razón para el traslado de las oficinas administrativas: liberar salones, actualmente usados como despachos, para que se conviertan en espacios públicos, como es el caso de la Dirección General, su propia oficina.

“Son áreas demasiado hermosas y su disfrute no debería ser privilegio de un funcionario, sino ser accesibles a todos los costarricenses”, afirmó.

En el Teatro laboran 60 funcionarios y, salvo algunos departamentos especializados, como el Centro de Gestión Documental e Investigación Histórica, que funciona en otras instalaciones, la mayoría de zonas administrativas o de almacenaje están ubicadas en el edificio patrimonial, ocupando espacios vedados a los visitantes desde hace décadas, como la antigua ‘Cantina de Señores’ o los camerinos de la segunda planta.

Financiamiento pendiente

El Teatro aún no ha realizado ninguna solicitud formal de recursos ante ninguna entidad, pero ya adelantó algunos requisitos ‘mínimos’, como inscribir el plan de reestructuración en el Banco de Proyectos de Inversión Pública del Ministerio de Planificación, a fin de obtener un crédito de garantía soberana del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), con 5 años de gracia, aseguró Herrera.

“Hemos estado en negociaciones con el BCIE. Creo que es un préstamo muy pequeño, que no podría entrar ni en el BID o el Banco Mundial, porque ellos manejan sumas astronómicas. El Ministerio de Cultura es muy pobre, y todo nuestro patrimonio está desprotegido”, se lamentó.

De concretarse, dicho crédito tendría que ser aprobado por la Asamblea Legislativa, idealmente antes del cambio de gobierno, en mayo de 2018, matizó el director. De lo contrario, se vería amenazado el largo proceso de análisis técnico y diagnóstico. “Las nuevas autoridades tendrían que entender un proyecto tan complejo en un tiempo récord, y corremos el riesgo de que el mero tiempo de entenderlo, se vaya un año o dos o tres, o tal vez nunca”, comentó el director.

“Un crédito con ‘garantía soberana’ es un crédito en donde el Gobierno de la República es garante de la operación de crédito”, explicó la Dirección General de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, mediante correo electrónico. “Para otorgar la ‘garantía soberana’ –la cual es un endeudamiento– se requiere aprobación de la Asamblea Legislativa, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 121 inciso 15) de la Constitución Política”.

El Director del Área de Inversiones de Mideplan, Francisco Tula Martínez, agregó que en este tipo de créditos el Estado asegura el cumplimiento de las obligaciones de pago relativas a la amortización de capital, pago de intereses, comisiones o cualquier otra obligación que derive del crédito suscrito por otro organismo público.

“En caso de que el proyecto sea financiado mediante ‘garantía soberana’, el Ministerio de Hacienda sería el encargado de solicitar el crédito al BCIE y el Gobierno Central, a través de Hacienda, sería el encargado de pagar la deuda al Banco”, zanjó el funcionario.

Herrera destacó que el Teatro contribuiría en un porcentaje pequeño a cancelar la deuda, “a nuestra escala, pero esencialmente tendría que ser un pago que el Estado asume, que es lo que corresponde en este caso”.

Los expertos estiman que, si todo sale bien durante la etapa de financiamiento, las obras podrían iniciarse en mayo de 2018 y concluirse en 2021, tras la última etapa de la intervención, que implicaría la sustitución de alfombras y tapices y la restauración de las pinturas decorativas (lienzos al óleo, en su mayoría) ubicadas en los distintos cielorrasos del edificio.

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