En cinco comunidades terminarán clases en salones e iglesias por destrucción de centros educativos

Los estudiantes de cinco comunidades terminarán su curso lectivo en salones comunales, inmuebles e iglesias debido a que la tormenta tropical Nate destruyó sus escuelas.

Tras los efectos del fenómeno atmosférico, los alumnos de las escuelas de Bajo Caliente, San Martín, Paso Real y San Isidro, así como el Liceo de Jimba Caj, tuvieron que trasladarse a instalaciones alternativas porque las originales sufrieron daños que pueden tardar varias semanas en solventarse, por lo que en caso de suspenderse por más tiempo las lecciones se incumplirían los derechos de los menores de edad de tener acceso a la educación.

Estos cinco centros educativos se ubican en San José y Puntarenas, específicamente en zonas situadas, o al menos cercanas, al Pacífico, la región más afectada por la emergencia ocurrida entre el 5 y el 8 de octubre, que obligó al presidente de la República, Luis Guillermo Solís, a decretar alerta roja en casi todo el país, dos días de asueto en el sector público, así como un duelo nacional de tres días por la decena de víctimas que dejó Nate.

El Ministerio de Educación Pública (MEP) comunicó a través de su vocero, Mauricio Azofeifa, que el recinto de Bajo Caliente fue totalmente arrastrado por un río cercano, por lo que ahora las lecciones se imparten a todos sus estudiantes en un inmueble prestado dentro de la comunidad.

La escuela de San Isidro se mantiene bajo condición de riesgo debido a un deslizamiento que se presentó en la parte posterior de la institución, mientras que la de Paso Real es vulnerable debido a su cercanía al río Grande de Térraba.

Ahora profesores y estudiantes fueron trasladados a un local y un salón parroquial, respectivamente.

Sobre la de San Martín, el funcionario explicó que se encuentra operando en la iglesia católica de la localidad, pero no detalló el estado de sus instalaciones.

El liceo Jimba Caj, o Rey Curré, imparte sus lecciones en un salón comunal luego de que sufriera una inundación que llegó a alcanzar el nivel del techo de las aulas.

Los cinco centros educativos volvieron a clases en el transcurso de la semana anterior.

"Son centros educativos que tienen afectaciones en infraestructura que nos hacen prever que tendrán una prolongación mayor en su restitución, por tanto y en defensa del derecho educativo se buscaron instalaciones dentro de la misma comunidad que dichosamente lograron ser satisfechas para que ellos (los alumnos) no se vieran afectados en su proceso educativo", explicó Azofeifa.

De acuerdo con el último reporte del MEP (del viernes 20 de octubre), 52 instituciones no han podido reiniciar el curso electivo tras Nate, principalmente por problemas en carreteras de acceso o el funcionamiento de servicios públicos como el agua.

El pasado viernes, el Colegio Técnico Profesional (CTP) de Palmichal, la escuela El Bolsón de Santa Cruz y Finca 9 en Buenos Aires regresaron a clases regulares tras haber sido utilizadas como albergues para atender a los afectados por la tormenta.

Del medio centenar de centros educativos afectados, 3 se encuentran en zona de riesgo, 49 presentan problemas en las carreteras cercanas, 15 no tienen acceso a agua potable y la escuela de Casamata en Cartago presenta daños en infraestructura.

Otros tres operan de forma parcial.

"Ha ido reduciéndose la cantidad de centros educativos día a día, como se ha podido ver en las actualizaciones presentadas (...) Hay situaciones, que son la mayoría, que tienen que ver con problemas de acceso a las comunidades, y en estos casos el trabajo ha sido interinstitucional porque no son problemas propios de la escuela o del colegio, sino de comunidades que tienen problemas para llegar, así como el abastecimiento de los servicios básicos", expuso el vocero del MEP.

Las escuelas de San Pablo de Palmichal en Puriscal, las de Providencia y Bajo Canet en la zona de Los Santos, serán sometidas a un análisis profundo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), según Azofeifa, por encontrarse sobre terrenos en condición riesgosa para el estudiantado.

Fotografías cortesía de: Casa Presidencial.