Alza récord y drástica caída de desigualdad en el país durante últimos dos años genera incógnitas

El indicador de la desigualdad en Costa Rica alcanzó su nivel más alto desde 1987 en el año 2021, pero un año después mostró también su mejor recuperación desde 1988. Esto genera incógnitas para los investigadores del Estado de la Nación, que en su informe de 2022 se comprometen a profundizar en este fenómeno en su próxima publicación.

Hablamos del coeficiente de Gini, la medida universal de la desigualdad de ingresos. Con valores entre 0 y 1, entre más bajo sea el resultado, más igualdad hay en ese grupo de personas; y entre más alto, más desigualdad se observa. De los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Costa Rica tiene el Gini más alto; es decir, es el más desigual.

Basándose en los datos de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el informe del Estado de la Nación destaca que el coeficiente de Gini de 2021 (0,524) fue el más alto en 34 años, y que este 2022 tuvo una caída "estadísticamente significativa" del 3,9% para situarse en 0,504, la reducción más relevante desde 1988.

Las razones del descenso son, por ahora, inciertas, según admiten el citado documento y Natalia Morales, coordinadora del capítulo sobre equidad e integración social. "La reducción de la desigualdad en el 2022 está muy vinculada a la región central. Habrá que estudiar con más detalle qué fue lo que pasó en 2022 para que esa desigualdad bajara tanto", dijo la investigadora.

"Nunca habíamos sido más desiguales que el año pasado", subraya el informe, que afirma que en 2021 el 20% más pobre de la población experimentó una contracción de sus ingresos por segundo año consecutivo, mientras que solo el 10% más rico tuvo ingresos cercanos a los niveles prepandemia. En 2021, además, hubo más desigualdad urbana que rural.

La Región Central mostró la mayor desigualdad por ingreso en 2021, con la Brunca pisándole los talones. Las regiones Huetares Caribe y Norte fueron las menos desiguales, pero todas "tienen cifras relativamente cercanas entre sí". Este 2022, en cambio, la desigualdad descendió notablemente en la Región Central, lo que se trajo abajo también el promedio nacional.

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La disminución en la desigualdad de la Región Central entre 2021 y 2022 "fue de tal magnitud que pasó de ser la región más desigual del país en 2021, a la de menor desigualdad en 2022", explica Estado de la Nación, que en el estudio añade que este comportamiento de la desigualdad entre regiones "se aparta de lo observado en la última década".

A lo largo del informe, materiales de prensa y conversaciones con este medio, los investigadores señalan que en 2023 profundizarán sobre este cambio de tendencia y esta alteración tan abrupta del coeficiente de Gini. "Para el siguiente informe analizaremos ampliamente este dato", promete Morales aludiendo a la caída del coeficiente de Gini en 2022.

Pero indicios de respuesta a las incógnitas los hay. "De acuerdo con el resto de indicadores también publicados por el INEC, no pareciera sugerir que la disminución de la desigualdad social registrada este año se sustente en una mejor distribución o mejora generalizada en los ingresos de la población", advierte la investigadora.

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La desigualdad observada por regiones también arroja luces. "Históricamente, la Región Central ha sido la más desigual y es la que incide mucho en los promedios nacionales", explicó Morales a AmeliaRueda.com. Que según los datos preliminares de la Enaho en 2022 esto se revirtiera y se convirtiera en la menos desigual influyó, desde luego, en el Gini nacional.

El capítulo sobre equidad e integración social del informe trasciende el coeficiente de Gini y, aunque se haya dado este cambio todavía no del todo comprensible, los investigadores concluyen que al cierre de 2022 el país "muestra resultados negativos en la aspiración de tener una sociedad con mayor equidad e integración social".

Las crisis de los últimos dos años "provocaron un retroceso en las oportunidades y capacidades de las personas, que se evidencian en una pobreza mayor al promedio de las últimas dos décadas, altas tasas de desempleo y de violencia homicida, pérdidas del poder adquisitivo en la mayoría de los hogares, así como una persistente alta desigualdad del ingreso".