FANAL pierde juicio y no puede usar la marca “Chiliguaro”

El periodista Mauricio Azofeifa inició en el año 2019 un proceso judicial de reclamo contra la Fábrica Nacional de Licores (FANAL) por el uso ilegal de la marca “Chiliguaro” inscrita por Azofeifa desde el 2013.

Este proceso llegó a su final, y el Tribunal Contencioso Administrativo dio la razón al comunicador, reafirmando el derecho sobre la marca inscrita y, además, condena a la FANAL a cambiar sus etiquetas.

“Estoy muy satisfecho, el Tribunal reafirmó que la FANAL ha violentado la ley de marcas y otros signos distintivos, y que utilizó en sus etiquetas signos visuales similares a los de mi marca, que la similitud se da en el ámbito fonético, ideológico y conceptual”, manifestó Azofeifa, quien creó la combinación del “Chiliguaro” en el año 2011 y realizó la inscripción de su marca en el 2013, por esa razón inició el reclamo.

En la resolución, el Tribunal indicó que el uso de las letras que realiza la FANAL en la etiqueta del producto, pueden crear confusión con la marca registrada “Chiliguaro”.

Ahora la Fábrica Nacional de Licores debe cambiar las etiquetas de su producto y deberá cancelar un “monto moderado” solicitado por Azofeifa dentro del proceso por el daño moral ocasionado, monto que prefiere no revelar.

“Nuestra pretensión económica fue principalmente representativa por el daño causado y no es que pretendemos iniciar una seguidilla de reclamos a otras personas que también utilizan indebidamente mi marca.

“Lo más positivo es que el Tribunal reconoce que nosotros somos los dueños de la marca como estaba establecido y que somos los únicos que tenemos derecho a utilizarla y nos da la defensa de la marca ante otras que puedan llevar a una confusión”, manifestó Azofeifa.

El dueño registral del producto indicó que pese a que otras empresas realizan productos con el mismo nombre, la disputa legal se inició únicamente (por el momento) con la FANAL.

“El caso de FANAL tenía características particulares porque ellos nos habían hecho una solicitud de compra de marca, nosotros habíamos hecho una oferta y la junta la había rechazado. Luego ellos trataron de anular nuestro nombre y empezaron a utilizarlo sabiendo perfectamente que éramos los dueños de la marca y aún así, ellos de forma temeraria intentaron utilizar nuestro nombre irrespetando completamente nuestro derecho de marca.

“Nos hace sentir cómodos que la defensa se concretara y que ahora podemos defendernos ante terceros. Se trata del desarrollo de una marca que es nuestra, son nuestros derechos, nuestra marca y así tenemos la posibilidad de hacer negocios con ella”, agregó.