Obispos de Costa Rica comparan la eutanasia con el genocidio en la Alemania nazi

La Conferencia Episcopal de Costa Rica (Cecor), conformada por nueve obispos, comparó la eutanasia con los genocidios ocurridos en Alemania nazi, del periodo 1933-1945.

Así lo hicieron ver este viernes al reaccionar ante una iniciativa de ley presentada el miércoles por la diputada del Partido Acción Ciudadana (PAC), Paola Vega Rodríguez, que propone impulsar el derecho de los enfermos terminales a una muerte digna.

"No debemos perder de vista el peligro de un abuso por parte del estado al permitir la eutanasia, donde se podría correr el riesgo de encontrar siempre situaciones para su aplicación. La autoridad civil nunca pude decidir sobre la vida de los ciudadanos. No debemos olvidad la experiencia de Alemania durante el Tercer Reich, donde se llegó a hablar de 'las vidas humanas sin valor vital'. El estado nunca puede decidir que la vida de un ciudadano no tiene sentido", indica el documento enviado a la prensa.

La Conferencia señaló que para poder valorar esa técnica de muerte asistida, es necesario acudir a "principios éticos", entre los que destacan que el ser humano no es dueño absoluto de la vida, por lo que no puede disponer de ella.

"Invocar la autonomía de la persona para defender la eutanasia no es válido desde la concepción cristiana. Tampoco parece que sea válido desde una concepción laica. Por cuanto los derechos son de la persona viva, la cual no tiene derecho alguno para liquidarse, nadie puede eliminar al “sujeto” de los derechos", establece la nota.

"La autonomía de la persona no es la aparente libertad de juzgar sobre el valor de su propia vida, como si fuera un ser ajeno a toda influencia exterior, e infalible en el juicio de su propia existencia. El ser humano nunca es un ser absolutamente autónomo. El valor de cada quien está en relación a la estima de los demás", prosigue.

Ello involucraría considerar al humano un ser solitario, de acuerdo con los religiosos.

Luego indica: "Morir de una forma digna solo se realiza cuando se mantienen las relaciones personales con el enfermo, en una cercanía real y humana con su persona. Una tal autonomía que justifique la eutanasia o el suicidio asistido, no es otra cosa que la negación de la verdadera ayuda al moribundo para aceptar su muerte".

El día en que presentó el proyecto de ley tramitado en el expediente 21.383, Vega reconoció que se trata de una propuesta polémica y de avanzada, que Costa Rica debe discutir para garantizar la salud integral y dignidad de las personas.

"Lo que hace es que, la persona que esté en estado terminal y no tenga manera de ser recuperada en su salud o tenga la posibilidad de sobrevivir, tenga la posibilidad de solicitar una muerte digna o bien una eutanasia para poder terminar con su vida sin necesidad de estar conectado a un soporte vital que no va a garantizar ni su recuperación ni la mejoría de su estado de salud", explicó la legisladora.

También, el plan sanciona las técnicas médicas que someten a los pacientes a tratamientos continuos para mantenerlos en un estado de vida artificial, sin posibilidades de recuperación. En ese caso, si el enfermo no tiene las facultades mentales para hacerlo, su familia estaría habilitada para solicitar una muerte asistida.

La oficialista argumentó que ese tipo de discusiones actualmente se llevan a cabo en otras latitudes, entre ellas, España.