Solo con una llamada desde La Reforma, delincuentes roban entre ¢500 mil y hasta ¢20 millones

Es una nueva forma de robar, sin violencia y con mucha agilidad: son las estafas telefónicas, la mayoría se realizan desde La Reforma.

Con una sola llamada, los delincuentes roban entre ¢500 mil y ¢20 millones, así lo reveló el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quien hizo un llamado de atención a las personas para que no caigan en este tipo de estafas y que eviten entregar información personal y claves bancarias.

"Hay una sustracción constante de fondos de personas que tienen sus dineros en buen recaudo y caen", dijo el director de esa entidad, Walter Espinoza, al mismo tiempo en el que reconoció que los delincuentes dedicados a este timo ya tienen guiones redactados para convencer a las víctimas a quienes ya han estudiado e investigado con detalle.

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Las autoridades reconocen que existe la colaboración de terceros, fuera de las cárceles, quienes ayudan a la entrega de datos y prestan sus cuentas bancarias para transferir el dinero robado.

El OIJ denomina la estafa telefónica como "ingeniería social".

"Es una técnica que han diseñado algunas personas para acceder a los sistemas de información y obtener datos, privilegios o contraseñas que les permita, posteriormente, utilizarlos para provocar perjuicio a los usuarios. Elaboran un método de actuación predecible, hacen un escenario, una especie de guión y con eso una vez que contactan a la víctima logran convencerla de que brinde datos, de que brinde información o algún tipo de manifestación que de alguna manera permita al delincuente acceder a un sistema y luego utilizar sus datos para provocar perjuicio", explicó Espinoza.

Las declaraciones del OIJ se dan luego de que esta semana se hiciese público un grabado desde La Reforma donde se observa un centro de estafas debidamente instalado en una de las celdas del centro penitenciario.

Estafas

Según datos del OIJ, las estafas vienen en aumento tanto en la cantidad, como en el monto que se roban estos grupos delictivos.

En el 2017, se recibieron solo en San José 1.146 denuncias relacionadas con estafas telefónicas, las cuales provocaron un perjuicio económico estimado en ¢2.166 millones de colones y $803 mil.

Para el 2018 el dato de denuncias registradas aumentó a 1.474 (en San José), muchos continúan en proceso de investigación y obtención de datos, por lo que aún se mantiene activo el monto de pérdidas económicas, que por el momento se estima en ¢1.555 millones de colones y $250 mil.

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Los datos más recientes indican que de enero a julio la cantidad de denuncias fue de 1.511 casos. El perjuicio económico para las víctimas aún no se estima con exactitud; sin embargo, según el comportamiento registrado, el OIJ calcula que para este año el monto robado por este medio será superior a los ¢5.000 millones y el millón de dólares.

Acceso a datos

A las autoridades del OIJ les preocupa el detalle de información que manejan los delincuentes y reconocieron que los grupos dedicados a este tipo de estafa tienen acceso a bases de datos, ya sea de entidades públicas y privadas.

Precisamente, los detalles de la información personal que los delincuentes tienen de la persona, son los que las convierten en vulnerables y crean confianza para lograr la apertura y la entrega de información.

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El OIJ investiga la manera en la que se logra el acceso a los datos y si los sistemas bancarios tienen debilidades o han sido hackeados.

"Si recibe la llamada de una persona pidiendo datos, cuelgue de inmediato, lo están engañando, lo quieren estafar, le quieren quitar su dinero", dijo de manera enfática el director del Organismo de Investigación Judicial.

Debilidades del sistema

El mayor problema que tiene el OIJ para investigar e intentar detener este tipo de delitos es que no existen posibilidades de realizar una intervención inmediata a las bases de datos bancarias para determinar el rumbo que toma el dinero.

Según el explico el jerarca de la entidad, se tardan entre tres y cinco meses en lograr el acceso, ya que para eso, se necesitan de informes, revisiones y autorización de fiscales.

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Contrario a todo el proceso que se debe llevar a cabo para rastrear el dinero, los delincuentes tardan horas y "con suerte días" en desaparecerlo, lo que pone en desventaja a las autoridades judiciales y por esta razón es que se reconoce que las posibilidades de recuperar el monto robado "son mínimas".

Según las investigaciones realizadas, una vez robado el dinero se realizan retiros inmediatos en cajeros automáticos e incluso en las ventanillas de los bancos y se reparte entre los involucrados para la compra de vehículos, electrodomésticos, remesas y recargas telefónicas para futuras estafas.

"Estas organizaciones y están personas que se están dedicando a esta actividad han hecho un estudio profundo de las víctimas y han logrado tener datos que provocan el convencimiento y han elaborado guiones convincentes que emiten una especie de técnica de mercadeo con perspectiva criminal, pero les funciona.

"Las estafas telefónicas dejan una cantidad de dinero impresionante, sin riesgo y sin ser detectados", agregó Espinoza.

Nueva estafa

Este viernes se realizó un allanamiento en La Reforma como parte de una investigación que se realiza por denuncias presentadas en enero pasado.

Según el reporte del OIJ se recibieron tres denuncias por una estafa que fue realizada desde La Reforma, donde personas se hicieron pasar por turistas que extraviaron una maleta y convencían a un taxista de realizar un depósito para recuperarla, entregarla y recibir una propina por eso.

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Sin embargo, al momento de la entrega, no había un destinatario y el taxista perdía el dinero que depositó.

La intervención judicial se realizó este viernes en el módulo E4 del Centro de Atención Institucional Jorge Arturo Montero en el Complejo La Reforma.

Durante las diligencias se encontraron armas punzocortantes y dosis de drogas. Los sospechosos de realizar la estafa se encuentran en prisión por delitos como robo agravado y secuestro extorsivo.