"No estamos acuerpando ninguna detención ilegal”, asegura Canciller sobre cautela para pronunciarse
Según Manuel González, gobierno está esperando información de embajadores para emitir criterio oficial
23/02/15 | 08:53am
El tiempo que se está tomando Costa Rica para expresar una posición sobre la crisis en Venezuela, que se agravó el 19 de febrero con la detención del alcalde mayor de Caracas, no significa que el país acuerpe actos que violenten derechos humanos. Así lo aseguró este lunes, durante el programa Nuestra Voz, el canciller Manuel González.
“Estamos simplemente valorando lo que vamos a definir y decir”, dijo González.
De esta manera, el Ministro de Relaciones Exteriores reiteró que están esperando un informe de los embajadores de Costa Rica en Venezuela y ante la Organización de Estados Latinoamericanos (OEA), que son las fuentes oficiales del gobierno, para tomar una decisión.
En el transcurso de esta semana se podría convocar a una sesión del Consejo Permanente de la OEA, donde se discutiría el tema. A criterio de González éste es un lugar propicio para tomar una posición como grupo que tenga mayor impacto, aunque esto no excluye que el país se pronuncie de forma aislada.
González respaldó lo dicho por el presidente Luis Guillermo Solís el sábado anterior, al indicar que están buscando la información adecuada para emitir criterio oficial. "Aquí no se toman decisiones a la carrera", recalcó.
A su vez indicó que las decisiones que se tomen deben estar debidamente fundamentadas y con el respaldo necesario para que éstas tengan una base sólida. "Tenemos la responsabilidad que con lo que decimos comprometemos al Estado", agregó.
El gobierno de Nicolás Maduro arrestó el pasado jueves 19 de febrero al alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma.
Maduro responsabilizó a Ledezma de un presunto plan para darle un golpe de Estado que se activó con la publicación del Llamado a los venezolanos a un acuerdo nacional de transición en el diario El Nacional el pasado 11 de febrero.
El Presidente venezolano aseguró que Estados Unidos coordina directamente el plan para derrocarlo y utiliza un eje de acción en Madrid, Bogotá y Miami.