Presidente del PUSC viajó con empresario de cemento chino a Panamá como enlace en negocio

Mediar en un negocio fue el motivo que subió al presidente del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Pedro Muñoz, a un avión con el cuestionado empresario del cemento chino, Juan Carlos Bolaños, para viajar a Panamá en octubre del 2015.

El jerarca de la agrupación política aseguró que viajó en su condición de abogado al país vecino del sur.

"En efecto en octubre del 2015 viajé con don Juan Carlos Bolaños a hacer un negocio con un cliente mío, fui a acompañar al cliente mío", indicó Muñoz.

Aunque el presidente de la Unidad prefirió reservarse el nombre de su representado, el Diario Extra señaló que se trata del empresario Stanley Motta, quien fue uno de los principales financistas durante la campaña de Juan Carlos Varela, actual mandatario panameño.

Consultado sobre si durante la reunión se trató la posibilidad de buscar dinero para alguna tendencia socialcristiana, Muñoz negó que fuera para esos fines.

El presidente del PUSC, quien aspira a ocupar el primer lugar en la papeleta de diputados por San José, comentó que el negocio no se concretó y desde entonces solo ha coincidido con Bolaños en sitios públicos.

El candidato rojiazul, Rodolfo Piza, se refirió al tema este miércoles en el programa Nuestra Voz. El aspirante presidencial también negó algún tipo de financiamiento tanto de Bolaños como de Motta, además, añadió que no admite donaciones del extranjero ni grandes sumas de dinero.

"Yo no conocía de este dato del año 2015 (en referencia al viaje), pero en cualquier caso he pedido explicaciones y pediré explicaciones como en todos los casos. Cada vez que sale algo hago una nota diciendo 'favor dar explicaciones al tribunal de ética y a las autoridades del partido'", indicó.

Piza agregó que Muñoz está en su derecho de desempeñar su cargo de manera liberal, sin embargo, también está sujeto a su postura como presidente de la agrupación y aspirante a una diputación.

El empresario Juan Carlos Bolaños es centro de escrutinio debido a las dudas que existen por un crédito por $30 millones concedido por el Banco de Costa Rica (BCR), donde el fin es la importación de cemento chino y cuya garantía es el producto en sí.

Una comisión legislativa explica las condiciones que mediaron en el otorgamiento de este y otros préstamos. También se investigan las conexiones del importador con figuras de supremos poderes de la República para ver si existió tráfico de influencias para favorecer su negocio.