Monedas ticas entran en proceso de rediseño y reducción de su tamaño

El Banco Central de Costa Rica (BCCR) inició el proceso para reducir el tamaño y cambiar el diseño de todas las monedas del país.

Con esto se pretende promover la cultura y el coleccionismo, además, se tendrán ahorros importantes en la confección, ya que al reducir el tamaño, se tendrá que utilizar menos metal.

Así lo explicó a AmeliaRueda.com el director del departamento de Emisión y Valores del BCCR, Marvin Alvarado, quien explicó que el proceso de cambio será paulatino y se dará inicio con la emisión del lote de cinco millones de monedas de ¢500 que empezarán a circular a mitad de noviembre y vendrán a sustituir por completo la moneda actual.

“Esa moneda grandota (de ¢500), que por cierto es la más grande de circulación en el mundo en cuanto a diámetro, ya esa no se va a volver a emitir, ya no se va a volver a acuñar. La que vamos a ir posicionando en la economía es esta que se conoció con la presentación (conmemorativa al Bicentenario).

“No va a ser nada instantáneo, sino que como sucede con los billetes, se da un período de convivencia y luego la gente va a poder ir depositando en los bancos para irla retirando de circulación (la moneda grande de ¢500), de tal modo que quede un único tamaño de circulación por cada denominación”, dijo el encargado del área.

La moneda de circulación nacional de ¢500 tiene un diámetro de 33 milímetros mientras que la nueva que circulará el otro mes tendrá un diámetro de 28 milímetros y será el tamaño establecido para el futuro, aunque el diseño puede cambiar con otros hechos históricos.

“Son cinco milímetros menos, es decir, medio centímetro menos y aún así es un poco más grande que de dos euros que es la más grande de esa divisa. Aquí en Costa Rica nos habíamos acostumbrado, por decirlo así, a emitir monedas más grandes”, afirmó Alvarado.

El plan a corto plazo es con la actualización de la moneda de ¢500, proceso de planificación que inició hace año y medio.

Su salida al mercado depende de la demanda, es decir, conforme los bancos la vayan solicitando, aunque desde ya se tiene la previsión de que esto será muy rápido porque se ha creado una gran expectativa y muchas personas quieren tener la moneda para el recuerdo del Bicentenario de Costa Rica y como colección, esto hace prever que a mediano plazo se deberá emitir un nuevo lote.

“Este lote se podría ir rápido y el Banco podría acuñar más. Se trata de atender la demanda, no fue que se hizo una edición especial para el Bicentenario, sino es que luego vendrán otros hechos y la demanda adicional la vamos a ir atendiendo de esa forma”, agregó el funcionario.

El proceso de actualización del tamaño y diseño de las monedas se repetirá con el resto de denominaciones (¢100, ¢50, ¢25 y ¢10).

“Lo que queremos es ir bajando el tamaño a todas para tener monedas más reducidas y, entre menos metal, menos costos”, dijo.

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Nuevos diseños

La nueva moneda de ¢500 es más pequeña y tiene un diseño especial que conmemora los 200 años de vida independiente de Costa Rica.

La moneda es bimetálica y contiene la frase “200 años de independencia”, además, de las palabras “libertad”, “paz” y “democracia”, tiene una antorcha, un globo terráqueo “cuya parte central se encuentra, en bajo relieve un mapa de Costa Rica y sus cordilleras”, entre otros elementos.

Es la primera moneda conmemorativa de hechos históricos, pero no será la única.

Desde ya el BCCR anuncia que la moneda de ¢500 seguirá siendo utilizada para resaltar hechos históricos, diferentes motivos y conmemoración. Además, los nuevos diseños también llegarán a las demás denominaciones.

Alvarado explicó que, aunque aún no está definido, se espera que, por ejemplo, en las monedas de ¢100 se puedan mostrar personajes de la vida nacional y en la de ¢50, por ejemplo, lugares geográficos nacionales.

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Ambos son ejemplos que aún deben definirse en coordinación con los expertos del Ministerio de Cultura, que son los que darán los parámetros históricos sobre qué colocar en cada moneda.

Por el momento, lo único definido es que la de ¢500 sí será la encargada de los hechos históricos.

“Queremos tener como una temática por denominación, eso es lo que nosotros queremos para que la gente vaya haciendo su colección con cada una de las denominaciones y tengan un conjunto de colecciones.

“La idea del Banco es hacer lo que ya en muchos países hacen, que la propia moneda de circulación es utilizada para estos fines, para recordar hechos históricos de nuestro país, para resaltar la geografía, flora, fauna o personajes”, explicó el encargado de Emisión y Valores del BCCR.

Por el momento se desconoce de la fecha en la que se podrá lanzar un nuevo diseño para otra de las denominaciones, esto se irá coordinando directamente con la Comisión Nacional de Conmemoraciones Históricas del Ministerio de Cultura.

“Lo nuestro es emitir, pero ellos nos van a decir qué motivos poner en el reverso de la moneda”, indicó.

Alvarado recalcó que este plan de actualización de tamaño y diseño de las monedas no representa un costo adicional para el país porque se seguirán emitiendo las monedas que se requieran por demanda, “entonces en vez de estar repitiendo el mismo diseño que venimos haciendo durante hace muchos años, vamos a ir saliéndonos un poquito de eso y empezar a aprovechar cada denominación para resaltar diferentes cosas”.

El experto dijo que, por ejemplo, en el caso del euro se tiene una cara en común, pero al reverso, cada país puede colocar lo que quiera resaltar y eso es lo que se hará en Costa Rica.

“Lo que estamos haciendo es, en vez de emitir la misma moneda de toda la vida, es ir cambiando el diseño para promover el tema cultural y el coleccionismo que a mucha gente le encanta y nuestro país ha estado un poquito ayuno en ese sentido”, concluyó Alvarado.