Se trata de recrear de la manera más real, defiende OIJ sobre diligencia en caso de Allison Bonilla

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) defendió este 8 de octubre la recreación que realiza del lanzamiento del cadáver de Allison Bonilla Vásquez a un botadero clandestino en Cachí de Paraíso, en Cartago.

La diligencia había sido cuestionada en una entrevista con AmeliaRueda.com por el abogado, Francisco Herrera Umaña, defensor del sospechoso de asesinar a la joven. El jurista criticó que el maniquí usado en la reconstrucción de la escena no parecía tener el peso y tamaño de la víctima, e indicó que los hechos ocurrieron en marzo, en condiciones secas, y no en las lluviosas que caracterizan a octubre.

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“Siempre se trata de recrear de la manera más realista posible la situación que se pudo haber dado en ese momento. Entonces sí, se pesó el maniquí, que lleva un peso muy relacionado al peso que tenía Allison, y la estatura también, no es un maniquí grande, es de estatura promedio. Pero sí se trata de recrear y hacer de la manera más real todo este proceso”, aseguró la antropóloga forense Georgina Pacheco Revilla, del Departamento de Medicina Legal de la Policía Judicial, al ser consultada por un equipo de este medio en el sitio en el que se llevan a cabo las diligencias.

“Estas dinámicas siempre se realizan de esta manera ya que hay que tomar en cuenta que uno no estuvo en ese momento específico. Entonces hacerlo de esa manera va a ser imposible hacerlo en toda si dinámica. Pero hacerlo de una manera más real, más racionalizada, con ya las evidencias y lo que se sabe y se ha analizado, tanto del lugar como lo que se observó en la sala de autopsias y en los restos óseos”, añadió la funcionaria.

Pacheco señaló que el maniquí llevaba prendas similares a las vestía Bonilla Vásquez la noche del 4 de marzo -último día en que fue vista con vida- y a las pertenencias que fueron encontradas en el basurero clandestino y que se cree eran de la joven.

“Sí (lleva prendas) porque el maniquí solo pesa muy poco entonces hay que ponerle algunas cosas. Además, hay que implementarlo, hay que ponerle ropa para poder tomar en cuenta todas las dinámicas que pudieron haber sucedido”, aseveró la especialista.

Consultada sobre las circunstancias del tiempo y el terreno, Pacheco Revilla dijo: “Todo eso uno lo toma en consideración. Por eso es que se hacen estas diligencias, precisamente, porque uno debe estudiar y analizar todos estos factores que van a influir en el proceso de esqueletización y de descomposición que tuvo el cuerpo. U tomando en cuenta el clima, el suelo, la tierra, la vegetación y los animales. Por eso es tan importante hacer estas inspecciones para poder contar con todos los factores necesarios obviamente sabiendo que estamos en época lluviosa y que en aquél momento era época seca”.

En las diligencias de este 8 de octubre participan, además de la antropóloga, funcionarios de Medicina Forense, Imagen Forense (para documentación), Ingeniería Forense (para planimetría) y la Dirección Regional del Organismo en Cartago.

Al momento de la redacción de este artículo, no se habían realizado ningún lanzamiento del maniquí.

Respecto a sus cuestionamientos el abogado aseguró que esperará los resultados de las acciones realizadas por la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos, la Policía Judicial y la representación legal de la familia de la víctima, para luego hacer gestiones que él considera necesarias para los intereses del imputado, de apellidos Sánchez Ureña.

El encartado descuenta seis meses de prisión preventiva como sospechoso del delito de homicidio calificado.

Sánchez Ureña, vecino de Ujarrás de Paraíso, donde también vivía Bonilla Vásquez, fue detenido el 2 de septiembre frente a la casa de un familiar, tras semanas de seguimiento por parte de la Policía Judicial.

Un día más tarde, el sospechoso confesó haber secuestrado, violado y asesinado a la joven, mientras esta caminaba de las paradas de buses a su casa, la noche del 4 de marzo. En su declaración, también dijo haberse deshecho del cuerpo de la mujer en un basurero clandestino, situado a un costado de la vía que dirige hacia Tucurrique de Jiménez.

Sin embargo, cuando Herrera Umaña asumió su defensa, Sánchez Ureña se retractó el 28 de setiembre al ampliar su declaración ante el Ministerio Público, y aseguró que su confesión se dio en medio de presiones psicológicas.

El representante legal de la familia, Rodrigo Araya Solano, señaló en una declaración enviada a los medios que los ofendidos decidieron no apersonarse a la diligencia para evitar una revictimización de la madre de la joven, Yendry Vásquez Cordero.