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La recaudación de Hacienda hasta el mes de octubre de 2020 decayó más que con la crisis mundial de 2009.

Coronavirus redujo ingresos tributarios con mayor fuerza que la crisis mundial de 2009

​El país registró una caída en su recaudación del 12% en los primeros 10 meses de 2020, casi cuatro puntos peor que en el mismo período de 2009 (8,14%).

17/11/20 | 15:06pm

La recaudación tributaria experimentó una reducción mayor por la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que durante la crisis financiera internacional de 2009.

Así lo informó el Ministerio de Hacienda en su último reporte de cifras fiscales, hasta octubre de este año.

La entidad explicó que los ingresos por impuestos hasta octubre de 2020 se redujeron un 11,99% en comparación con los primeros 10 meses del año pasado; mientras que la caída fue casi cuatro puntos porcentuales menor (8,14%) en el mismo período de 2009, durante el mayor impacto de la gran crisis.

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La reducción fue brusca y ocurrió incluso a pesar de que este 2020 fue el primer año en que se aplicaron la mayoría de las reformas incluidas en el plan fiscal de 2018 desde el mes de enero; pues el año pasado apenas se empezaron a aplicar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y las reformas al Impuesto Sobre la Renta (ISR) en el mes de julio.

El impacto tributario de la contracción económica provocada por la pandemia del Covid-19 aún no se puede contabilizar formalmente, pues faltan dos meses de registro para conocer el estad final de las pérdidas; sin embargo, el Ministerio de Hacienda y la Contraloría General de la República (CGR) estimaron que la reducción sería de ¢1,16 billones en ingresos generales y de ¢1,15 billones en ingresos tributarios para el Estado (cerca de un 3,3% del PIB).

La recaudación se ha visto mermada principalmente por una caída del 6,08% en el IVA y del 8,79% de Renta. En el caso del IVA, el mayor impacto ha sido por impuestos aduaneros (-19,27%); mientras que en el caso de Renta por el gravamen a personas jurídicas (-6,42%) y remesas al exterior (-10,78%).

Asimismo, el impuesto a los combustibles cayó en un 22,27% y, en menor medida, otros gravámenes de menor alcance como selectivo de consumo, importaciones, propiedad y exportaciones.

Pese a ello, jerarcas de Hacienda han reiterado que el impacto podría ser menor del esperado en diversas intervenciones de las últimas semanas, por una caída en ingresos que terminaría siendo más baja de lo previsto.

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En sus cifras fiscales hasta el mes de octubre, Hacienda contabilizó un déficit financiero total del 7,17% del PIB; es decir, un desajuste negativo de ¢2,4 billones entre gastos e ingresos estatales. De ese desequilibrio, un 2,95% corresponde al déficit financiero primario (sin contar el pago de intereses de la deuda); lo cual corresponde a poco más de un ¢1 billón.

Las cifras son 1,67 y 1,02 puntos porcentuales más altas que en 2019, respectivamente.

Ante estas cifras, el ministro de Hacienda, Elian Villegas, afirmó que reafirman la proyección de un déficit total del 9,2% del PIB y "auguran" la posibilidad de cerrar el año con una cifra menor.

Peso de intereses

A pesar de que el crecimiento del gasto público se ha contenido y logró su menor crecimiento en 13 años (0,05%), el ministro Villegas llamó la atención por el crecimiento acelerado en el pago de los intereses de la deuda pública.

El pago de intereses aumentó un 13,6% y representaron un 4,22% del PIB hasta octubre de 2020. Esta cifra representa ya una cuarta parte del gasto total del Gobierno. Sobre este problema, el jerarca aseguró que "si no se toman las medidas necesarias para controlar este rubro, a futuro nos dejará poco margen para destinar recursos hacia otras áreas prioritarias".

En esa línea, el Gobierno ha sido enfático sobre la necesidad de aprobar financiamientos internacionales con entidades multilaterales que ofrecen tasas de interés hasta tres o cuatro veces menores que las disponibles en fondos y bancos locales (deuda interna). Para ello, requiere de la aprobación legislativa de al menos 38 diputados por operación crediticia.

La adquisición de estos recursos, dicen las autoridades hacendarias, es esencial para evitar presionar las tasas de interés locales al alza; así como para balancear los tipos de deuda a los que tendrá que acceder el país en tanto busca soluciones fiscales que le permitan cerrar la brecha entre gastos e ingresos que le obligan a seguir endeudándose para pagar hasta sus operaciones más básicas.

El desajuste ya provoca la acumulación de ¢23,8 billones en deuda: un 68,38% del PIB, un 76,33% en el mercado interno y 23,67% en el mercado externo; 58,58% en colones, 39,22% en dólares y 2,20% en otras monedas.

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