Ganadería carbono neutral esquiva daños colaterales de la crisis de los contenedores

En el país, la crisis de los contenedores ha golpeado de manera colateral al sector pecuario. El retraso y la baja en la llegada de maíz y soya para la producción del concentrado para alimentar a los animales ha complicado su producción. Sin embargo, la ganadería vacuna ha logrado esquivar estos daños al adoptar desde 2014 la Estrategia de Desarrollo Ganadero Bajo en Carbono (EDGBC).

La EDGBC busca una ganadería más productiva, más rentable, con mayor secuestro de dióxido de carbono y que se emitan menos gases de efecto invernadero. Según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), actualmente en el país hay más de 1.800 fincas carbono neutrales y algunas de estas han llegado a ser carbono positivas.

“Hemos venido construyendo esto de cara al cambio climático y no solo de cara al cambio climático sino de todo este cambio que está sufriendo la agricultura donde necesitamos meter tecnología, innovación, desarrollo para poder elevar la productividad y la eficiencia. Para que así los productores tengan mayor resiliencia tanto económica, social, como ambientalmente. Entonces realmente esta crisis que nos ha golpeado mucho a todos como país, nos ha hecho ver la importancia de este sistema de producción”, explicó el ministro de Agricultura y Ganadería, Renato Alvarado.

Los productores se han podido garantizar abastecimiento del pasto por medio de los bancos forrajeros, que son reservas de diferentes materiales vegetales de buena calidad que les garantiza siempre tener alimento para las vacas. La práctica se utiliza para contribuir en la lucha climática y también para prepararse ante posibles sequías o crisis como la que se vive actualmente.

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¿Cuál es el sistema que se utiliza y qué beneficios ambientales tiene?

En el país el 94,6% de las fincas utilizan como principal sistema la producción de pastoreo. Que buscan que el ganado vacuno se alimente de pasto de una manera rotativa, por lo que así las vacas siempre están comiendo pasto fresco y no dependen del concentrado para su producción. Método que resultó beneficioso en este periodo en el que el concentrado escasea y además alcanza precios más elevados.

El coordinador de la Oficina de Acción Climática del MAG, Mauricio Chacón, explicó los beneficios que tiene este sistema para el clima.

“El sistema busca elevar el desempeño técnico y económico y reducir los impactos ambientales o transformarlos en impactos ambientales positivos. Entonces lo primero que se busca es un conjunto de tecnológicas que tengan un efecto positivo en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, o que aumenten el almacenamiento de carbono. Que se da por aumento de la cobertura forestal entre las fincas y también un aumento de carbono por materia orgánica en el suelo. La reducción de emisiones de gases se da por una mejora en la dieta con menores emisiones de metano y mejoras en las emisiones de óxido nitroso”, detalló.

Esto significa que cuando se implementa este sistema alimenticio para las vacas, gracias a la calidad del pasto, mejora su digestión por lo que se reduce significativamente la cantidad de gases que producen al defecar. Por lo que, mientras las fincas que no utilizan estos sistemas pueden llegar a producir de 5 a 10 kg de dióxido de carbono por animal, las fincas que sí los utilizan llegan a tener un impacto positivo de -5 kg de dióxido de carbono.

“El manejo del ganado vacuno que tiene Costa Rica es totalmente diferente. La huella ecológica que tiene el ganado en el país viene en reducción, no es la ganadería estadounidense ni la brasileña por ejemplo que sí son mucho más contaminantes y no tienen impacto positivo en el ambiente como muchas fincas en el país que sí lo tienen”, explicó el Jefe de Investigación y Divulgación del MAG, Leonardo Murillo.

Otros beneficios

Actualmente el área boscosa de fincas agropecuarias representa el 18% en el país. Esto forma parte del plan de compensación que tienen estas fincas, sembrar grandes cantidades de hectáreas con árboles que ayuden a purificar el aire. Es así como logran mitigar los impactos climáticos de la industria y convertirlos en impactos positivos para el planeta.

Los expertos coinciden que es un error catalogar la carne nacional como contaminante cuando es una de las industrias que tiene efectos positivos para el ambiente. Además admiten que sus sistemas están funcionando y que una prueba es la estabilidad que han mantenido durante la pandemia.