Alcalde de Heredia dice que tope a sus salarios es una burla, una aberración y una medida populista

Los alcaldes que actualmente ganan más de ¢4 millones y que aspiran a una reelección tienen opiniones divididas con respecto a la nueva medida que representaría una reducción en sus salarios, en caso de ser electos.

AmeliaRueda.com consultó a tres de ellos sobre su opinión y manifestaron que la satisfacción por ser parte del desarrollo del cantón está por encima del salario, aunque dos de ellos no dudaron en expresar el malestar por la medida contemplada en la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.

Para el alcalde del cantón central de Heredia, José Manuel Ulate, la reducción sí afecta directamente a los gobernantes locales y catalogó el nuevo tope salarial como una "aberración y burla".

"A mí lo que me parece es que es una medida populista del Gobierno, lo que están es, en el fondo, satanizando que un funcionario tenga un salario digno. Es una burla a la responsabilidad porque, por ejemplo, si usted es demandado tiene que pagar con recursos propios la demanda de un empleado municipal y esa parte no la vieron.

"Me parece que debían meterse con las pensiones de lujo, yo no acepto que un costarricense tenga una pensión de ¢13 millones y no pase nada en este país. Pienso que este tema está asociado con la productividad y la eficiencia en los municipios y no con un tema de tope sin ver la calidad de la gestión, el tope a los salarios de los alcaldes me parece una aberración", dijo Ulate ante la consulta de AmeliaRueda.com.

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El alcalde herediano fue crítico ante la medida, que en caso de quedar reelecto, lo afectaría. Actualmente su sueldo registrado es de ¢5.498.731.

"Yo voy (a la reelección) porque tampoco todo es plata, yo donde veo en Heredia 25 puentes construidos, 300 parques reconstruidos y 400 cámaras instaladas, me hace sentir orgulloso. Obviamente que voy en este período y ya no más, pero también uno se siente contento con el trabajo que hace.

"Aquí lo que me preocupa es que el Gobierno actual ha pensado que el empleados público que tenga un sueldo alto es un corrupto o un maleante, eso es lo que a mí no me gusta, es una humillación lo que hacen con la gente, ósea, ¿si hay un gerente bueno en una entidad municipal o una entidad pública no puede ganar un buen sueldo? Aquí lo que va a pasar es que van a venir un montón de mediocres a gerenciar el sector público a nivel de ministerios, alcaldías y presidencias ejecutivas", manifestó Ulate.

Para el alcalde de Tibás, Carlos Cascante, el tope a sus salarios es injusto si se toma en cuenta la responsabilidad legal que representa el cargo.

"Por supuesto que con esto hay una afectación inmediata, que en el caso mío, es un salario como cualquier otro trabajador que dependo de este ingreso ya que no tengo otro y al tener dos títulos profesionales, pues me acojo a la prohibición. Con la ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y lo estipulado para el próximo período, y si el pueblo amablemente toma la iniciativa de elegirme, se bajarían mis ingresos y también la prohibición. Ya no se pagaría el porcentaje que tengo y por otro lado nos aumentaron el porcentaje de impuesto de renta que debemos pagar.

“...pero bueno, aquí estamos para servirle al pueblo y será, pues, amarrarnos la faja y disminuir los gastos porque aquí sí hay una afectación, y por lo tanto, no estoy de acuerdo porque soy un funcionario más de la administración pública, y en el caso de los alcaldes somos representantes legales, no solo de una institución pública, sino los representantes legales de un gobierno local", manifestó Cascante.

El alcalde tibaseño actualmente recibe un sueldo de ¢5.280.183 y en caso de quedar reelecto, se reduciría a ¢4 millones.

"Todo lo que pase en nuestro gobierno local, el alcalde asume esa responsabilidad, y repito, pues estoy en contra de que a nosotros los salarios se nos bajen a esa magnitud, pero en fin, primero está el pueblo que es nuestro mayor interés a la hora de tomar la decisión de reelegirnos y será empezar a disminuir los gastos en mi casa", agregó.

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Johnny Araya, gobernante local josefino, tiene un perspectiva diferente y dijo que la reducción que se les aplicaría en el salario es parte del aporte que cada funcionario debe hacer para la mejora de las finanzas públicas.

Actualmente, el alcalde es el que devenga el mayor salario con un total de ¢8.589.676, y en caso de quedar reelecto, el monto bajaría a ¢4 millones, lo que catalogó como una "sensible reducción".

"Es parte del esfuerzo que tiene que hacer todo el sector público y el país. Yo sinceramente creo que son medidas de restricción del gasto a todos los niveles y aún cuando hay una sensible reducción del salario, yo estimo que son medidas necesarias en un momento como el que está viviendo el país.

"Yo no he sentido ningún tipo de afectación o pérdida de interés en lo que ha sido para mí un proyecto muy importante de mi vida, que es todo el esfuerzo que hemos venido haciendo para sacar adelante a la ciudad de San José", manifestó el alcalde josefino.

Los datos

AmeliaRueda.com dio a conocer que 11 alcaldes tienen actualmente un salario mayor al del presidente de la República, Carlos Alvarado y de ellos, nueve aspiran a la reelección pero deberán asumir una reducción en sus salarios.

Con la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas se estableció que los salarios superiores a los ¢4 millones quedaban congelados por los próximos dos años, lo que incluye y afecta a los alcaldes.

Según los registros de la Contraloría General de la República (CGR), actualmente 25 alcaldes tienen un sueldo mayor al tope establecido, y de ellos, 21 aspiran a la reelección.

La Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL) explicó que los alcaldes conocen de la restricción que se les aplicaría y que por el momento no existen recursos enfocados en evitar la medida.

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La organización añadió que debido a las deficiencias de la ley aún se desconoce que pasará luego de los dos años de restricción, es decir, no se sabe si los alcaldes podrían pedir un reajuste en sus salarios.

La UNGL detalló que el tope en los salarios de alcaldes se aplicaría para las nuevas autoridades municipales que inician funciones en mayo del 2020, debido a que se trata de un nuevo período y la entrega de nuevas credenciales aunque el funcionario quede reelecto.