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El presupuesto del Banhvi para los subsidios de vivienda caería casi a la mitad

Construcción de 4.800 casas de bien social en riesgo por recorte presupuestario

​La asfixia fiscal que vive el país obliga al Ministerio de Hacienda a girar menos recursos de los que corresponden a los programas de vivienda del Bahnvi.

11/10/20 | 15:58pm

4.813 unidades de vivienda no tendrían una fuente de financiamiento para ser desarrolladas el próximo año. Así lo alertó el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi), ante el recorte que propuso el Ministerio de Hacienda en el proyecto de presupuesto nacional para el año 2021.

Hacienda planteó que el Banhvi reciba ¢68.448 millones de los ¢117.281 millones a los que tendría disposición por mandato legal, para financiar su Fondo de Subsidios para la Vivienda (Fosuvi); ante las delicadas condiciones financieras que vive el país y que asfixian sus arcas estatales.

Hacienda está amparada para realizar este tipo de recortes por la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, popularmente conocida como la reforma fiscal de 2018; la cual indica en su capítulo de regla fiscal que el Gobierno "podrá presupuestar y girar los destinos específicos legales considerando la disponibilidad de ingresos corrientes", cuando la deuda del Gobierno Central supere el 50% del PIB (como ocurre actualmente).

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El Banhvi alega que el recorte propuesto por Hacienda es "desproporcionado" y que implicaría desfinanciar 202.146 metros cuadrados de construcción, incluidos unos 18.193 puestos de trabajo en construcción.

Este punto ha generado molestia en el sector construcción, cuya cámara afirmó que considera el movimiento "altamente preocupante" y desfavorable en términos de desempleo.

Ese impacto también lo indicó el gerente general del Bahnvi, Dagoberto Hidalgo, en audiencia con los diputados de la Comisión de Asuntos Hacendarios que revisan el proyecto de presupuesto; un espacio en el que subrayó el valor de la construcción como "un potenciador de la economía".

"La construcción es un potenciador de la economía, genera empleo, tiene alto valor de arrastre, alto encadenamiento y ciclos productivos que van desde el corto, el mediano y hasta el largo plazo, además de ser uno de los mayores generadores de impuestos en el país", afirmó, además de la ya de por sí preocupante afectación del servicio social.

Los recortes al Banhvi no son nuevos sino que ya en este 2020 debieron enfrentar una caída de hasta ¢23.760 millones, por disminuciones en los ingresos de Fodesaf. El impacto final fue la no construcción de 2.325 casas de bien social y la pérdida de 8.789 empleos en construcción, según detalló el Banco.

Negociaciones siguen

A pesar del recorte del 42% de los ingresos del Bahnvi, la ministra de Vivienda, Irene Campos, afirmó —también en Comisión de Asuntos Hacendarios— que las autoridades de su sector se mantienen en conversaciones con Hacienda para reducir el tamaño del recorte que se realizaría en 2021.

La propuesta de Vivienda y el Bahnvi es que el recorte sea de ¢20.000 millones, similar al de este 2020, ante las complicadas condiciones de las finanzas nacionales; de modo que la institución reciba ¢97.280 millones de los ¢117.281 millones a los que debería tener acceso.

Con eso, el Banhvi asegura que la afectación se reduciría a 2.010 unidades habitacionales, 84.420 metros cuadrados de construcción y 7.598 puestos de empleo.

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No obstante, las autoridades de Vivienda manifestaron que hasta ahora el Ministerio de Hacienda únicamente ha planteado una contrapropuesta de recorte de ¢28.833 millones; con la cual se reduciría la construcción de 2.872 viviendas, 120.624 metros cuadrados de construcción y 10.856 puestos de trabajo.

La mayor parte del financiamiento del Fosuvi se desprende de al menos un 18,07% de todos los ingresos de Fodesaf, los cuales están directamente relacionados con el pago de planillas. Además, debe recibir la recaudación completa por concepto del Impuesto Solidario para el Fortalecimiento de Programas de Vivienda, conocido como el impuesto a las casas de lujo, cuya recaudación es más bien reducida; junto con algunas transferencias mínimas de la Junta de Protección Social (JPS) y de rendimientos por inversiones.

Situación agravada

El gerente del Banhvi señaló que solo la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 ya ha generado fuertes estragos en las finanzas de la institución, en vista de que "el hecho de que haya menos recaudación o menos cargo por concepto de planillas, ante los niveles de desempleo, ya de por sí afectan al Fosuvi".

Hidalgo indicó que la institución que dirige tiene consciencia de las presiones fiscales del país; sin embargo, cuestionó que el recorte presentado para este 2021 en el proyecto de presupuesto ni siquiera se le haya informado a la entidad con antelación. También cuestionó que el recorte fue desproporcionado y que no guarda relación con la estimación de ingresos del Fodesaf, del que más bien se espera una recuperación en 2021, o con los niveles de ejecución del Fosuvi.

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Parte de la caída en el presupuesto del Banhvi responde a la caída en el presupuesto del Ministerio de Vivienda. El presupuesto d la cartera ya cayó un 47% este 2020 y que pasaría de ¢17.662 millones iniciales en 2020 a ¢10.213 millones en 2021. De ese presupuesto, un 48% se redirige para transferencias de capital al Banco.

Costa Rica enfrentará 2021 con un presupuesto austero y marcado por la inmensa presión de la deuda, cuyo pago de intereses ha reducido considerablemente la disponibilidad de recursos para la inversión pública. De los ¢11,4 billones de gasto, un 42% (¢4,8 billones) se destinarían al pago de intereses y amortizaciones de deuda y, del presupuesto restante, solo un 4,6% se destinará a transferencias de capital y servicios, como la construcción de vivienda.

La situación del Gobierno es crítica y se agravó con la pandemia del Covid-19, que no solo implicó nuevos gastos aún no cuantificados del todo, sino que drenó la recaudación de impuestos hasta en ¢1,16 billones, según las proyecciones oficiales dadas hasta este momento.

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