Hermana del sospechoso obtuvo grabaciones la semana pasada; querellante denuncia supuesta práctica desleal
09/08/21 | 16:44pm
El Tribunal Penal de Cartago admitió este lunes como prueba dos videos aportados por el acusado de matar a Allison Bonilla Vásquez, Nelson Sánchez Ureña, de una revisión de un supuesto agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) a su vehículo 17 días antes de su decomiso.
Las grabaciones fueron conseguidas la semana anterior por la hermana del sospechoso, Yoselin Sánchez Ureña, a partir de las cámaras de vigilancia de la familia Solís Monge (vecinos del sospechoso) y, según alegó ante el órgano jurisdiccional, en estos se evidencia un ingreso de un aparente funcionario de la Policía Judicial al BMW vino del encartado que data del 10 de marzo de 2020.
"En los primeros días de marzo yo tuve un allanamiento por parte del Organismo de Investigación Judicial. Yo le manifesté a Felipe (Aguilar Castillo, investigador del caso) lo ocurrido en ese momento, que me habían allanado la casa y el carro, y aquí (en el juicio) él vino a manifestar que él no sabía nada de eso (la revisión del auto).
"Gracias a mi hermana Yoselin, que pudo dar con los videos la semana pasada, y a que se los dio mi señor abogado (Adrián Rojas Rodríguez, defensor público) los tiene en este momento en sus manos, ahí se ve donde me revisan el carro", indicó el acusado en una breve manifestación ante los jueces.
Su representante legal describió que uno de los videos grabó un galerón en el que estaba guardado el vehículo, en el que se observa cuando Sánchez Ureña muestra a un presunto agente del Organismo el exterior del auto, su cajuela e, incluso, lo deja subirse al asiento del acompañante. El otro consiste en una cámara rápida en la que en un momento determinado se ve a la misma persona recostarse al carro, según Rojas Rodríguez.
Tanto la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos representada por Paula Aragón Gómez, como el abogado querellante y actor civil, Rodrigo Araya Solano, pidieron rechazar las grabaciones; caso contrario, solicitaron se incorporara "contraprueba" como un examen de Audiovisuales e Imágenes de la Policía Judicial, una identificación del supuesto servidor judicial involucrado y una ampliación de la declaración de Aguilar Castillo.
No obstante, el Tribunal se inclinó por aceptar la evidencia y rechazar las pretensiones de estas dos partes.
"Estimamos que es procedente admitir este video que usted (Sánchez Ureña) está ofreciendo en razón de que el Tribunal tiene que verificar que usted pueda ejercer su derecho a la defensa material y, en aplicación de la amplitud que se le debe dar a la prueba que ofrezca usted, don Nelson, es que el Tribunal ha admitido esta prueba", señaló la jueza presidenta Jenny Almendaris Solís.
Sobre las peticiones de Aragón Gómez y Araya Solano, la decisora indicó que no procedían toda vez que el órgano jurisdiccional es "perito de peritos" y por lo tanto tiene la potestad de determinar la veracidad de las grabaciones y sus elementos. Asimismo, consideró innecesario recibir de nuevo a Aguilar Castillo, toda vez que en su interrogatorio, este había negado que conociera de diligencias al carro o la vivienda de Sánchez Ureña previas al operativo.
También puntualizó que si el Ministerio Público considera necesario proceder con la identificación de la persona que aparece en las imágenes, puede desarrollar la pesquisa correspondiente, más no en el marco del debate.
Una vez resueltas las solicitudes, el Tribunal Penal levantó la audiencia de este lunes y convocó a una de continuación para este martes 10 de agosto a las 7:30 a.m., la cual arrancará con las conclusiones de la fiscala contra el Narcotráfico así como del abogado querellante; las cuales se espera tomen cuatro horas. Para la tarde, se prevé haga lo propio la defensa del sospechoso.
Posterior a la sesión, Araya Solano insistió ante los medios que la prueba aceptada era extemporánea -o sea, presentada fuera de tiempo- y "desleal".
"Después de un año y medio de investigación y después de muchísimo tiempo que ha transcurrido hasta el día de hoy, la defensa sale con un video que es total y absolutamente sorpresivo. Para nosotros este es un elemento de prueba que se ofrece de manera desleal porque se hace hasta último minuto de parte de la defensa. Sin embargo buena, es una de las pruebas que el Tribunal va a considerar, va a valorar.
"Realmente, observándolo, no vemos ninguna ilegalidad. Es simplemente una persona que está observando el vehículo, que se lo está enseñando por cierto el imputado días antes a que sea allanado, sin que podamos observar ningún vicio, ninguna alteración de ese carro y sobre todo lo que posteriormente resultó, que la sangre de Allison estaba en la cajuela y los asientos.
"La defensa intentará demostrar con este video que hubo un manoseo de la escena, un manoseo del carro. Pero ya observándolo con detenimiento realmente este sujeto que no sabemos quién es, y que probablemente sea hasta un amigo del señor Nelson, lo que hace es observar lo que Nelson le está enseñando: le abre las puertas, le abre la cajuela y, más bien, podríamos decir que es Nelson diciéndole o contándole lo que había sucedido días antes", declaró el representante legal de la familia de la víctima.
Allison Bonilla Vásquez desapareció la noche del 4 de marzo de 2020, mientras caminaba de vuelta a su hogar en Ujarrás de Paraíso de Cartago. Ese día regresó antes del colegio nocturno de Cachí porque las clases se cancelaron.
Como era usual, viajó en bus y al llegar a la parada más cercana a casa se bajó para emprender a pie un recorrido de 1,2 kilómetros en el que se topaba a su madre, Yendry Vásquez Cordero. Sin embargo, en esta ocasión la joven que entonces tenía 18 años no apareció. La pesquisa realizada por la Delegación del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Cartago -iniciada un día después, a partir de la denuncia hecha por la mamá de la víctima- apunta a que en el camino, Bonilla Vásquez fue interceptada presuntamente por un vecino suyo llamado Nelson Sánchez Ureña.
El 5 de marzo de 2020 la Policía Judicial encontró en una explanada a 300 metros del clausurado paradero turístico Charrara unos anteojos que pertenecían a la víctima. Desde ese momento, se estableció un sitio de trabajo que implicó una inspección profunda de la zona, con lo que fue posible ubicar un rastro de sangre que se extendía por 140 metros, hasta una finca situada en la vera del camino que recorría Bonilla Vásquez. La misma concordaba con el ADN de la familia de la joven.
Fue entonces cuando el Organismo empezó a realizar entrevistas, perfiles y análisis de datos -incluida información confidencial- que lo llevaron a acercarse a la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos para pedir un allanamiento en una vivienda, el cual se concretó la tarde del 17 de marzo. En la casa habitaba Sánchez Ureña, a quien en ese momento le fue incautado su vehículo.
Para aquella oportunidad, el Ministerio Público se limitó a indicar que el sujeto era sospechoso pero que en las diligencias no se encontraron indicios o evidencias importantes para la causa 20-000825-0058-PE.
Ocho días más tarde un peatón encontró la cédula de Bonilla Vásquez en un cafetal de Ujarrás de Paraíso.
El 1° de julio de 2020, el abogado Rodrigo Araya Solano ofreció una conferencia de prensa en la que afirmó que ya sabía quién había tomado a la joven. Incluso, en esa oportunidad aseveró que otras dos personas le ayudaron a la primera a perpetrar el crimen.
No obstante lo anterior, fue hasta el 2 de setiembre de 2020 que la Policía Judicial y el Ministerio Público procedieron a realizar la captura de Sánchez Ureña.
El director general del Organismo, Wálter Espinoza Espinoza, explicó un día más tarde que el sospechoso era objeto de vigilancia y monitoreo toda vez que se estimaba que este podía regresar a algún sitio que permitiera dar con el paradero de la mujer; situación que no ocurrió. En esa oportunidad, el jefe policial también reveló que en el vehículo incautado se encontró sangre coincidente con el rastro que llevaba a la finca.
Sin embargo, se determinó que el sospechoso tenía previsto cambiar de domicilio, por lo que se procedió a su captura.
Una vez detenido el sujeto este confesó haber interceptado, violado y asesinado a la mujer cuando rindió declaración indagatoria, según lo dio a conocer Araya Solano el 4 de setiembre de 2020. Pero en un segundo momento procesal, 24 días más tarde, retiró lo dicho y alegó entonces que su versión inicial se dio en medio de presiones por parte de servidores judiciales.
A raíz de un reporte la Policía Judicial inició la búsqueda del cuerpo de Bonilla Vásquez en un botadero de basura clandestino en San Jerónimo de Cachí de Paraíso el 3 de setiembre de 2020, pero fue hasta 25 días después que se lograron ubicar huesos humanos y prendas que el 5 de octubre de 2020 se confirmó pertenecían a la joven.
El 10 de octubre de 2020, la madre de la joven llevó una cruz y arreglos florales hasta el lugar en el que se encontrar los restos óseos para despedir a Bonilla Vásquez. El funeral de la mujer se llevó a cabo 15 días más tarde.
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