Regiones Chorotega, Huetar, Brunca y Pacífico Central tendrán mesas de diálogo

Los proceso de "diálogo multisectorial" propuestos por el Poder Ejecutivo contarán con también con cinco "Mesas de Diálogo Territoriales", en las regiones Chorotega, Huetar, Brunca y Pacífico Central. Así lo informaron las autoridades de Gobierno este jueves.

Las mesas regionales buscarán alcanzar acuerdos que tomen en cuenta las necesidades "asimétricas" entre las distintas regiones del país, indicó ministro de la Presidencia, Marcelo Prieto, en conferencia de prensa.

Las mesas serán coordinadas por la primera vicepresidenta Epsy Campbell, en la Región Huetar Norte; el segundo vicepresidente Marvín Rodríguez, en la Región Huetar Caribe; la primera dama Claudia Dobles, en la región Chorotega; la ministra de Economía, Victoria Hernández, en la Región Brunca; y el presidente ejecutivo del Incop, Juan Ramón Rivera, en el Pacífico Central.

Según dijo Prieto, las mesas desarrollarán cuatro etapas: una primera etapa de acercamiento, una segunda de sistematización de ideas y una tercera de traslado de ellas a las instituciones públicas. Además, en una cuarta etapa, se establecerían mecanismos de seguimiento para la implementación de reformas.

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La mayoría de estas regiones ya estaban siendo atendidas por autoridades de Gobierno de forma individualizada; sin embargo, el ministro Prieto explicó que la idea es atender ahora los problemas que se han exacerbado por la pandemia del nuevo coronavirus y por las dificultades fiscales que enfrenta el país.

En esa línea, la primera dama Claudia Dobles agregó que la idea es realizar un proceso "más estructurado" y con una mayor participación de los distintos sectores regionales, que requieren ahora más que nunca una atención focalizada. Asimismo, la vicepresidenta Campbell indicó que se deben atender las necesidades de empleo de la población y que se intentará entender "el enojo y la rabia" de la población.

Por último, el viceministro Rodríguez señaló que la idea es apuntalar los esfuerzos que ya se han venido haciendo en las regiones; los cuales deben profundizarse ahora más que nunca, de la manera más detallada y apremiante posible.

El presidente de la República, Carlos Alvarado, y el presidente de la Asamblea Legislativa, Eduardo Cruickshank, convocaron a una "Mesa de Diálogo Multisectorial" la noche de este domingo 11 de octubre. El objetivo de la mesa, según dijeron, sería buscar soluciones a la difícil situación económica que vive el país, la cual ya amenaza con una crisis económica y social producto de la insostenibilidad financiera del Estado y sus altos niveles de endeudamiento.

La mesa será coordinada por el programa Estado de la Nación, reconocido por su amplia experiencia en el estudio de fenómenos sociales y económicos en el país.

La mesa principal de diálogo estaría compuesta por 29 personas: cuatro representantes del Poder Ejecutivo (Hacienda, Trabajo, Desarrollo Humano y Planificación), cuatro del sector empresarial, dos del sector agropecuario, dos de municipalidades, dos de asociaciones solidaristas, cuatro de sectores sindicales, uno de representaciones comunales, uno de agencias de desarrollo, uno del sector estudiantil, cuatro del sector cooperativistas, dos de asociaciones feministas y dos representantes de la Iglesia.

La conformación se ideó para que ningún grupo pueda pasar por encima del otro con sus propuestas, según indicó la organización. Asimismo, habría una mesa de especialistas encargada de revisar las propuestas que salgan de la mesa y, en un cuarto adjunto, los diputados de la Asamblea Legislativa podrían apoyar el proceso de construcción.

Ahora también se sumarán estas mesas multisectoriales de diálogo regional, las cuales seguirán un proceso de diálogo alterno que iniciará este sábado 17 de octubre en las regiones Chorotega, Huetar Norte, Brunca y Pacífico Central; y, siete días más tarde, en la Huetar Caribe

Las mesas regionales también contarán con la participación de otras autoridades de Gobierno, al menos dos adicionales por cada una:

• Chorotega: Andrea Meza (Minae) y Yamileth Astorga (AyA)
• Huetar Norte: Renato Alvarado (MAG), Gustavo Segura (Turismo), Ana Cristina Quirós (MAG)
• Huetar Caribe: Andrea Centeno (Japdeva), Natalia Álvarez (Trabajo), Jairo Vargas (Justicia)
• Brunca: Duayner Salas (Comercio Exterior) y Rogis Bermúdez (CNP)
• Pacífico Central: Daniel Carrasco (Incopesca), Marlon Monge (MAG), Haydee Rodríguez (Minae)

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El proceso de diálogo

La mesa de diálogo nacional será coordinada por el director del programa Estado de la Nación, JorgeVargas Cullel, quien aseguró que la intención del proceso es establecer las bases para revertir la relación negativa entre ingresos y gastos del Estado, mediante "una mezcla de acciones de ingresos, gastos y gestión del endeudamiento público, para evitar que el Estado caiga en una cesación de pagos".

Según anunció Estado de la Nación, los representantes de la mesa principal tienen tiempos hasta hoy, jueves 15 de octubre, para confirmar su participación en el evento y sus representantes; para definir si existen las voluntades suficientes para continuar con el proceso como fue ideado, si requiere reformas o si de plano es imposible instalar la mesa de negociaciones.

Las mesas regionales llegan para atender las necesidades más apremiantes de las zonas regionales, entre tanto, las cuales se han visto especialmente golpeadas por la emergencia del Covid-19.

La situación de las finanzas públicas costarricenses es crítica. El Gobierno estima un déficit fiscal del 9,3% de la producción en 2020; es decir, augura una relación negativa entre gastos e ingresos de ¢3,1 billones. Sin contar el pago de intereses (únicamente los gastos y los ingresos el Estado para la gestión regular de sus operaciones) la diferencia sería de un 4% de la producción, lo cual representa ¢1,34 billones.

El país ya esperaba un déficit importante este 2020 sin la pandemia. La relación negativa se estimaba por encima del 1% del PIB. Sin embargo, la situación se agravó intensamente con la emergencia ocasionada por el nuevo coronavirus, que redujo los ingresos estatales en poco menos de ¢1,17 billones (estimado hasta el momento) y que aumentó los gastos extraordinario en montos que crecen día a día.

Cerrar el desequilibrio entre gastos e ingresos es esencial para que el Gobierno detenga el deterioro de sus finanzas, que ya cerrarán este 2020 con una deuda acumulada del 70% del PIB este año: 20 puntos porcentuales por encima de la recomendación para la sostenibilidad de economías en desarrollo.

En busca de ese objetivo, el Gobierno impulsa un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que está en pausa ante el descontento social que provocó una primera propuesta de ajuste hecha por el Gobierno, marcada mayoritariamente por nuevos impuestos.

La idea es consensuar nuevas medidas entre los distintos sectores que accedan al diálogo, con el objetivo de reducir el déficit fiscal y, con ello, garantizar la sostenibilidad de la deuda pública y evitar una crisis de magnitudes mucho mayores en ámbitos como el desempleo, la inflación y la pobreza.

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