Presidente veta ley que permitiría pesca de arrastre; aduce "razones de conveniencia y oportunidad"

El presidente de la República, Carlos Alvarado, vetó totalmente el proyecto de ley que revive la pesca de arrastre en Costa Rica, tras presiones de institutos científicos, municipalidades y pescadores artesanales.

El mandatario señaló que los análisis realizados señalan que no existen suficientes elementos científicos y estudios técnicos que garanticen la sostenibilidad de la técnica pesquera que plantea el texto.

"Por esta razón, en ejercicio de mis potestades constitucionales, y por mi deber de promover el bien común y asegurar el equilibrio entre la actividad productiva y la sostenibilidad, y además, en cumplimiento de mi palabra, hoy (viernes) he vetado totalmente el decreto legislativo número 9909, por razones de conveniencia y oportunidad", explicó Alvarado en su mensaje.

El mandatario añadió que "con los elementos disponibles, aportados por muy distintos sectores académicos productivos y políticos, prevalece el criterio sobre un impacto ambiental y socioeconómico negativo con el restablecimiento de esta técnica de pesca, en sectores como pesca artesanal, en la biodiversidad y también sobre la actividad turística de la cual dependen tantos empleos".

Alvarado aseguró que está consciente del principio que motivó a los propulsores de la iniciativa, pero que esta no es la medida adecuada para ayudar a las zonas costeras históricamente golpeadas por la falta de empleo y la pobreza.

"A las comunidades costeras y a las personas del sector camaronero afectado, les reafirmo nuestro compromiso de trabajar intensamente para salir de esta crisis. Trabajaremos incansablemente a su lado y con sentido de urgencia para generar empleos y oportunidades que les lleven una mejor calidad de vida, al amparo de la ciencia y la técnica, así como con empatía y compromiso por la búsqueda del bien común", externó el gobernante.

El rechazo a la pesca de arrastre fue una de las consignas de Alvarado durante la campaña presidencial. En un tweet de 2017, cuando era candidato presidencial, aseguró que “estoy y estaré en contra de la pesca de arrastre”.

La Sala Constitucional prohibió el otorgamiento de nuevas licencias de pesca de arrastre en 2013, luego de que un estudio de la Universidad Nacional determinó que las poblaciones de camarón estaban sobreexplotadas.

Los diputados, sin embargo, propusieron un proyecto de ley en 2019 para revivir la actividad. Ellos usaron como fundamento un estudio del Instituto Costarricense de Pesca (Incopesca), el cual tiene varias deficiencias, según científicos.

El siguiente paso

Tras la decisión de Casa Presidencial de devolver el proyecto de ley a la Asamblea Legislativa, los diputados podrán optar por tomar las recomendaciones del Ejecutivo o por aprobar nuevamente el proyecto.

Para pasarlo nuevamente, los diputados necesitarán "dos tercios de votos del total" de miembros del Congreso, según el artículo 27 de la Constitución. Es decir, son necesarios 38 votos.

Hace una semana, el proyecto pasó en segundo debate con 28 votos a favor, 18 en contra y 11 ausentes. Esta votación dividió al Partido Liberación Nacional (PLN), la fracción más grande de la Asamblea Legislativa, e incluso llevó a reclamos entre diputados en el plenario.

Por su parte, la fracción del Partido Unidad Socialcristiana (PUSC), Restauración Nacional y el bloque de diputados independientes fueron las principales fuerzas a favor de la pesca de arrastre.

Rechazo al arrastre

Más de 117 organizaciones firmaron una carta pidiendo el veto de este proyecto de ley, entre ellas cámaras turísticas, asociaciones de pescadores artesanales y las 11 municipalidades de la provincia de Guanacaste.

Además de ellos, tanto la Universidad de Costa Rica (UCR) como la Universidad Nacional (UNA) se sumaron a pedir el veto al proyecto, debido a la falta de evidencia científica de su sostenibilidad.

La Cámara de Turismo de Guanacaste (Caturgua), por su parte, señaló que el proyecto sería perjudicial para el sector. “No les importó Costa Rica, ni el turismo, ni la sostenibilidad del país”, dijo el directivo, César Gallardo.

Por su parte, pescadores artesanales —tanto de la provincia de Guanacaste como de Puntarenas— se manifestaron en contra del proyecto. Algunos incluso denunciaron amenazas y agresiones en su contra.

“La pesca de arrastre fue la que empobreció esta provincia (Puntarenas). Provocaron casi que un desierto en ese mar”, dijo William Carrión, pescador artesanal de Puntarenas.

En el transcurso de la semana, al menos 21 municipalidades se sumaron a los cantones de Guanacaste en solicitud del veto al proyecto de ley, según un recuento de la organización ambiental Bloque Verde.

Falta de evidencia

Los diputados que votaron a favor del proyecto justificaron su apoyo en un estudio del Incopesca presentado en 2019. No obstante, este tuvo varias deficiencias, según dijeron biólogos de ambas universidades.

En primer lugar, este estudio se hizo por un lapso muy corto de tiempo: tres meses (octubre a diciembre de 2018). Además, se tomaron muestras sólo en el Golfo de Nicoya, sin analizar cómo afecta a otros sectores de la costa Pacífica.

Pero incluso los datos que sí están en el estudio fueron deficientes, según mostró una reciente revisión científica. Incopesca sobreestimó los beneficios de las nuevas redes de arrastre en un 30%.

En caso de que los diputados vuelvan a aprobar el proyecto de ley, este ordenaría a la entidad a realizar más estudios durante un año, para llenar los vacíos que dejó la investigación anterior.

Pero este lapso de tiempo es muy corto para realizar los estudios necesarios, según dijo el investigador de la Universidad de Costa Rica, Ingo Wehrtmann. Todavía no se conoce el impacto de esta pesca en las poblaciones de camarón.

“Lo científicamente aceptado sería un estudio de dos años para tener también diferentes estaciones: época lluviosa y seca. Lo ideal sería muestreo de dos años y otro medio año para análisis de datos”, dijo el investigador.

Él, además, fue crítico de la designación de Incopesca como el responsable de estos estudios. “No es sano si el Incopesca o el sector pesquero hacen (los estudios). Tenemos la capacidad instalada de la Universidad Nacional y Universidad de Costa Rica para llevar a cabo un estudio de este tipo”, añadió.