Congreso aprueba pesca de arrastre en segundo debate; Incopesca tiene un año para hacer estudios

La Asamblea Legislativa aprobó este 22 de octubre un proyecto de ley que reactiva la pesca de arrastre de camarón en Costa Rica, pese a la falta de estudios científicos que avalen esta actividad.

Ahora, el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) tiene un año para realizar investigaciones que demuestren la sostenibilidad de esta técnica, un plazo que podría ser insuficiente para algunos biólogos.

Los legisladores aprobaron el proyecto de ley (expediente 21.478) con 28 votos a favor y 18 en contra. La distribución de la votación la podrá consultar al final de la nota.

Algunos de los diputados que apoyaron el proyecto justificaron su voto afirmativo para reactivar la pesca de arrastre diciendo que generaría empleos en la provincia de Puntarenas.

“Es responsable votar a favor de este proyecto porque no solo genera empleo, también es un asunto de justicia social. Es vital que recuperemos empleos dignos para los trabajadores”, dijo el diputado de Restauración Nacional y uno de los proponentes del proyecto, Melvin Núñez.

“La pandemia nos cambió la vida a todos. El que diga que está igual que hace ocho meses dichoso, porque a todos nos está llevando el carajo. Estamos al borde de un default. Pero lo más grave de todo es la pobreza, el hambre”, dijo, por su parte, la diputada del Partido Integración Nacional (PIN), Zoila Volio.

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Otros, más bien, fueron críticos de esa justificación, ya que las licencias de pesca no se podrían entregar hasta dentro de, por lo menos, un año. Esto si los estudios logran demostrar que la actividad es sostenible.

“Que hoy se apruebe este proyecto no garantiza bajo ninguna circunstancia el otorgamiento de licencias ni genera empleo automáticamente”, dijo, por su parte, la diputada Ana Karine Niño, del Partido Liberación Nacional (PLN).

“Es una ley que va a engañar a la pobre gente de Puntarenas. Yo no sé con qué cara pueden engañar a la gente de Puntarenas de una forma tan vulgar”, dijo la diputada Paola Vega, del Partido Acción Ciudadana (PAC).

Adicionalmente, tanto Núñez como la diputada independiente, Carmen Chan, justificaron su apoyo en un estudio del 2019 de Incopesca, el cual indica que con redes más modernas se podría reducir el daño colateral.

El estudio, sin embargo, tiene deficiencias señaladas por biólogos de la Universidad de Costa Rica (UCR) y de la Universidad Nacional (UNA). Hasta el momento, todavía no se saben datos básicos, como, por ejemplo, cuánto camarón hay en el Pacífico de Costa Rica.

Estudios posteriores

Con esta aprobación, el Incopesca ahora tendrá que realizar estudios para llenar ese vacío científico, según la Sala Constitucional tras una consulta de la Asamblea Legislativa.

“Esta ley es una ley con un efecto condicionado, pues mientras tanto Incopesca no haga los estudios de verdad no tendría ningún derecho a otorgar licencias”, dijo la diputada Vega.

El mismo proyecto de ley otorga el plazo de “un año impostergable” para que el Incopesca realice estos estudios, en el segundo transitorio de la nueva ley. Aún así, el lapso de tiempo sería muy corto por las condiciones de los camarones, quienes viven por dos años, según dijo Ingo Wehrtmann, investigador de la Universidad de Costa Rica (UCR).

“Lo científicamente aceptado sería un estudio de dos años para tener también diferentes estaciones: época lluviosa y seca. Lo ideal sería muestreo de dos años y otro medio año para análisis de datos”, dijo el investigador.

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Wehrtmann además criticó la delegación de los estudios en Incopesca, donde podría existir un conflicto de intereses. “No es sano si el Incopesca o el sector pesquero hacen (los estudios)”, dijo el científico.

Una auditoría interna de la institución, por ejemplo, encontró que la entidad realizó el anterior estudio de 2019 con pocos controles internos e incumpliendo la normativa vigente.

Alto impacto

La pesca de arrastre consiste en barrer con una red por el fondo marino. En Costa Rica, se utiliza con el objetivo de capturar camarón. Este tipo de pesca es poco selectiva: todo lo que entre en la red es capturado.

Esta técnica llevó a una disminución importante en las poblaciones de camarón. Mientras en 1970 Costa Rica reportó una captura de 5.000 kg de camarón, para el 2006 esta cifra fue de 1.100 kg, según datos del Incopesca.

Otro de los impactos de este arte pesquero es la captura incidental. En 2017, un estudio de Incopesca reveló que por 1 kg de camarón blanco se extraen 44 kg de otros organismos.

Debido a esto, pescadores artesanales de Guanacaste y Puntarenas incluso se manifestaron en la Asamblea Legislativa en rechazo a la pesca de arrastre. Esto porque, al atrapar peces de forma colateral, sus capturas disminuyeron.

“La pesca de arrastre fue la que empobreció esta provincia (Puntarenas). Provocaron casi que un desierto en ese mar”, dijo el pescador artesanal William Carrión a AmeliaRueda.com el 17 de octubre.

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En 2013, la Sala Constitucional suspendió las nuevas licencias de pesca de arrastre, hasta que hubiera estudios sobre su impacto. En 2017, comenzaron a vencer las últimas licencias y actualmente no hay barcos activos.

En el último año, sin actividad de camaroneros, las capturas artesanales han mejorado un 25%, según datos de la Cámara de Pescadores de Guanacaste. El tamaño de los peces también ha aumentado.

La organización científica Marviva lamentó en un comunicado la decisión del Congreso de revivir este tipo de pesca en Costa Rica, la cual fue suspendida en 2013 por un fallo de la Sala Constitucional.

"Este proyecto de ley generará inseguridad jurídica, ya que, tal y como lo reiteró la Sala Constitucional en su reciente voto, el eventual otorgamiento de licencias dependerá de que el Incopesca pueda realizar, en el plazo de un año, los estudios científicos pendientes", dijo el director de la ONG, Jorge Arturo Jiménez.

Sin estudios

Los legisladores aprobaron la reactivación de este tipo de pesca sin estudios suficientes. Hasta el momento, por ejemplo, todavía no se sabe cuánta población de camarones hay en el Pacífico de nuestro país.

Incopesca presentó en 2019 un estudio que indica que, con redes más modernas, la captura incidental disminuyó. Este, sin embargo, sólo se realizó por 3 meses y solamente en el Golfo de Nicoya, pese a que la ley avalaría esta actividad en todo el litoral.

El estudio, además, no responde cuánta población de camarones hay en el Pacífico de Costa Rica. Esto sería necesario para saber cuántas licencias de pesca se pueden otorgar sin afectar a la especie de forma grave.

“Si no sabemos cuánto hay de camarón, no podemos determinar cuotas de captura. Eso puede ser perjudicial para los mismos empresarios. Ellos tienen que hacer inversiones bastante importantes”, dijo Rosa Soto, bióloga marina de la Universidad Nacional (UNA) en julio.

La votación quedó de la siguiente manera:

A favor

En contra